El horizonte costero de Apuan en la provincia italiana de Massa-Carrara ha sido moldeado por una histórica grúa pórtico durante décadas.
Y aunque la altura de la grúa de 46 metros era un espectáculo para ver, ya que se elevaba sobre las instalaciones del astillero del mundialmente famoso constructor de yates italiano The Italian Sea Group, los días del hito estaban contados, ya que se interponía en el camino de los planes para el desarrollo futuro del sitio del astillero.
El desmontaje de la vieja grúa pórtico requeriría una elevación en tándem formidable, por lo que el proveedor de servicios de grúas Vernazza Autogru decidió utilizar sus grúas sobre orugas con pluma de celosía CC 38001 y CC 6800 Demag, dos representantes extraordinariamente poderosos de sus respectivas clases de capacidad.
Además, Vernazza Autogru utilizó dos grúas más del mismo fabricante, una TC 2800 y una AC 250-1, para encargarse de las operaciones de elevación secundaria: “Sabemos por experiencia que las máquinas Demag y Tadano se caracterizan por su alta fiabilidad, enormes capacidades de elevación y un rendimiento excepcional: hay una razón por la que nuestra flota está compuesta principalmente por grúas de este fabricante”, destaca el director técnico de Vernazza Autogru, Simone Barattini.
Después de analizar las diversas opciones disponibles, el departamento de ingeniería de la empresa determinó que había toda una serie de buenas razones para utilizar las dos grúas sobre orugas con pluma de celosía de Zweibrücken para la elevación en tándem principal: por un lado, eran lo suficientemente potentes para levantar y desplazar con la carga, que pesaba más de 1000 toneladas y tenía más de 105 metros de largo. Por otro lado, eran lo suficientemente compactos para maniobrar a través del sitio de trabajo a pesar de las condiciones de espacio reducido.
Configuración con condiciones desafiantes
Sin embargo, antes de que eso pudiera suceder, las dos protagonistas del principal izaje tenían que trasladarse al lugar de trabajo: la CC 6800 hizo el viaje desde el nuevo centro logístico de Vernazza en Vado Ligure, mientras que la CC 38001 comenzó su viaje en el centro de Italia, donde acababa de trabajar en la instalación de un puente ferroviario. Tardaron unas dos semanas en llevar las grúas a su destino, con los componentes más pequeños transportados por carretera y algunos de los más grandes por barco. “Esto nos permitió no solo minimizar el tiempo que tardamos en llevar las grúas al sitio, sino también cumplir con el cronograma del cliente”, informa el gerente de trabajo Giulio Zunino. Una vez en el astillero, la CC 38001 se instaló con una configuración SSL_1, una pluma de celosía de 78 metros, 50 toneladas de lastre central, 165 toneladas de contrapeso de superestructura y 285 toneladas de contrapeso Superlift. Mientras tanto, para la CC 6800, el equipo de Vernazza optó por una configuración SSL, una pluma de celosía de 66 metros, 80 toneladas de lastre central, 250 toneladas de contrapeso de superestructura y 400 toneladas de contrapeso Superlift. En total, la instalación de las grúas tardó diez días y diez técnicos de montaje, no muchos si se tienen en cuenta las difíciles condiciones en las que se montaron las grúas: tanto las operaciones logísticas correspondientes como el acceso al lugar de trabajo estaban muy restringidos, ya que hubo que montar grúas en zonas donde aún se encontraba en funcionamiento el astillero, sin olvidar que también hubo que coordinar los trabajos correspondientes con otras actividades constructivas destinadas a la renovación del astillero.
La CC 38001 se pone a trabajar desde el propio dique seco
Sin embargo, este no fue el único desafío al que se enfrentó el equipo de Vernazza en el astillero: “Primero tuvimos que nivelar las áreas de maniobra de las dos grúas y asegurarnos de que pudieran soportar con seguridad las cargas correspondientes”, explica Giulio Zunino.
Esto significó que se preparó un área de aprox. 34 por 16 metros para la CC 6800, mientras que el espacio para la CC 38001 medía 105 por 18 metros, en el dique seco, lo que significó que la CC 38001 terminó nueve metros por debajo de los rieles de la grúa pórtico.
“Era absolutamente necesario preparar un área lo suficientemente grande para que la grúa pudiese viajar, ya que la viga principal de 105 metros de largo tuvo que colocarse en el dique seco para el último trabajo de desmontaje, por lo que la CC 38001 tenía que poder trasladarse con la carga en el gancho”, explica Simone Barattini.
La CC 38001 en el dique seco estaba equipada con una pluma principal más larga que la CC 6800, ya que había que compensar su posición de trabajo más baja.
Equipo de eslinga personalizado
El equipo de suspensión utilizado para el proyecto no fue menos complejo: “Usamos dos juegos diferentes de equipo de suspensión para el tándem de elevación. Ambos se hicieron a medida para el trabajo y se colocaron en la parte inferior de la viga principal de la grúa pórtico”, informa Giulio Zunino.
En el caso de la CC 38001, esto significó una sola barra separadora que se equipó a la grúa con dos grilletes con un límite de carga de 300 toneladas cada uno y un par de eslingas de cable de acero sin fin, cada una con una longitud de 32 metros y una capacidad nominal de 218 toneladas, dispuestas en cada grillete. Por su parte, para la CC 6800, el conjunto consistió en una doble barra transversal que fue aparejada con cuatro grilletes de 300 toneladas de límite de carga cada uno y un total de ocho eslingas de cable sin fin de 8 metros de longitud y capacidad nominal de 262 toneladas cada uno. Las eslingas se amarraron por pares a grilletes con un límite de carga de 250 toneladas.
“Esto significó que nuestras grúas CC estaban perfectamente preparadas para levantar la grúa pórtico, lo que permitió a los técnicos desmontarla pieza por pieza de abajo hacia arriba con la ayuda de sopletes de corte tipo demolición”, dice Giulio Zunino mientras explica el procedimiento utilizado: “Una vez que se retiraba un trozo de la grúa pórtico en los lados izquierdo y derecho, las dos grúas colocarían la grúa pórtico restante en el suelo”.
Durante el izaje, la carga máxima manejada por el CC 6800 fue de 730 toneladas en un radio de 16 metros, mientras que el CC 38001 manejó un máximo de 320 toneladas en un radio de 18 metros. La meticulosa planificación utilizada por el equipo de ingeniería de Vernazza para el trabajo, junto con una estrecha coordinación con los técnicos del cliente, hizo posible que el proyecto se completara según lo planeado y programado.
“No hace falta decir que también tenemos que agradecer a nuestros propios empleados altamente calificados, ya que completaron el levantamiento con una profesionalidad impecable”, señala Giulio Zunino, claramente orgulloso de su equipo de doce personas en el sitio: un operador de grúa y un señalero por grúa principal, un jefe de obra, un jefe técnico y seis operadores para las grúas auxiliares. En total, su encargo en el astillero duró unas seis semanas: dos para montar las grúas, dos para realizar los trabajos y otras dos para desmontar las grúas.
“Todo salió a la perfección”
“Realmente pudimos cumplir con lo que era un cronograma muy ambicioso para un trabajo muy exigente, y eso incluso a pesar de las condiciones desafiantes en el sitio. Conseguimos no interrumpir las operaciones del astillero, y tampoco nos interpusimos en el camino del trabajo de renovación”, resume felizmente Simone Barattini. Giulio Zunino está de acuerdo: “Simplemente, todo salió a la perfección: la planificación y la coordinación con el cliente, la profesionalidad de nuestro equipo y, por supuesto, la fiabilidad de nuestras grúas sobre orugas CC”.
