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EDITORIAL JULIO 2020

“Vuelve con el escudo o encima de él”

Investigadores japoneses han encontrado células específicas en el cerebro del ratón que pueden desencadenar un estado similar a la hibernación cuando se activan.

Sería como quedarte dormido un tiempo para después despertar y cómo si nada pasase. Algo parecido como lo que hacen los astronautas en las películas en las “cámaras de hibernación”, así se reduciría la cantidad necesaria de comida y oxígeno y evitarías el desgaste muscular.

En las empresas puede pasar lo mismo si no estamos avispados. Te puedes quedar bloqueado, no hacer nada, ser catastrofista y que la situación te supere, o por el contrario puedes levantar la barbilla, pensar que sí, que tenemos que vivir con un virus nos guste o no, y seguir desarrollando la materia gris. Como dice un gran amigo empresario, si tú crees que en el futuro te va a ir bien, te irá bien, pero si piensas que todo va a salir mal, tu camino está destinado a ser desastroso, ninguno de los dos fallará en sus predicciones. A mí me encontraréis en el grupo de los que piensa que todo va a ir bien. Que hibernen el oso yogui y los flojos, porque yo voy a estar dándolo todo.

Puedes ser de los visionarios que siempre buscan mejorar e innovar o puedes ser del grupo de los del rey Guillermo I de Prusia que en 1864, tras serle relatados los avances del ferrocarril, afirmó convencido:

“Nadie pagará dinero por ir de Berlín a Potsdam en una hora, cuando puede llegar a lomos de su caballo en un día y gratis”.

Es un hecho, el virus este es algo con lo que tendremos que convivir, y nadie sabe decir por más o menos tiempo, pero lo cierto es que no te puedes quedar parado, porque si lo haces, van a empezar a adelantarte por la izquierda todos tus competidores, y si te despistas y el miedo te puede, los verás pasar por izquierda y derecha y cuando consigas salir del letargo, no habrá ni premio de consolación para tí.

Estamos en una guerra, nuestro querido presidente va a subir los impuestos, justicia fiscal lo llama. Yo apelo a la justicia divina, y espero firmemente que algún día este señor pagará sus errores, y espero que los pague caro. Nuestro presidente es un hombre con muchos pájaros en la cabeza, y ninguno sabe volar. El resto de países bajando la presión fiscal y éste iluminado endiosado y su colega el comunista, subiendo impuestos. Deplorable. A ver, vuelvo a repetir, los que votaron a izquierdas, que se lo hagan mirar y pagar en las próximas elecciones. El que acabe en el paro, que le escriba a Sánchez dándole las gracias, porque la culpa no la tiene el empresario, que está ahogado muchas veces y está haciendo esfuerzos por aguantar, sino estos pusilánimes de gobernantes que lo único que hacen es sangrarnos.

“Ya llegó el verano, ya llegó la fruta, y el que no se agache, es un socialcomunista”.

Hablo mucho con alquiladores, y me dicen que de una forma u otra se está trabajando y sacando el trabajo. En general la gente es optimista y eso me llena de orgullo. Claro que nadie sabe lo que pasará.

Los analistas se han convertido más que nunca en forenses, no dan predicciones, dan autopsias. Pero, ¿qué hacemos? ¿no trabajamos? ¿no intentamos alentar y motivar a nuestro equipo para que no note que las noches en vela surcan nuestra sombra? ¡No! madrugamos, nos vestimos con una sonrisa y surfeamos las olas. Cogemos el machete y abrimos camino si es necesario, la gente de nuestro sector no somos unos flojos ni unos endebles, somos espartanos. Nuestro lema es “vuelve con el escudo o encima de él”.

Los que más están sufriendo son los fabricantes, porque el parón les ha obligado a frenar prácticamente en seco en algunos casos. Es tarea de todos el no tirar la toalla. El apoyar a fabricantes y distribuidores con inversión es fundamental para que la rueda se siga moviendo. Lo sé, es fácil decirlo, pero somos un equipo y no dejamos caer a los compañeros. Hay que confiar en que los alquiladores y clientes finales pondrán de su parte para que todas las piezas del engranaje que formamos este sector sigan funcionando.

Si tienes suerte y sobre todo, si te lo has trabajado, tu equipo será una piña. Es esencial que los clientes noten esa complicidad y esa fuerza en el equipo. Cuantas veces me he encontrado grietas empresariales, y no me refiero a grietas físicas, sino a personas que hablan mal de su empresa. Eso es inaceptable, la lealtad es un requisito sine qua non. Y sino, a la lista del paro de Sánchez campeón.

Más que nunca tenéis que acreditar confianza en las empresas y transmitir esa confianza al mercado.

Algo importante, tenéis a vuestro cargo a personas que llegan de casa empapados de información que muchas veces está sesgada y vivimos en un mundo que toda la gente opina, sienta cátedra y por tener un título, parece que es poseedor de la verdad. Con la incertidumbre que vivimos, recuerda que tú eres un punto de referencia para ellos, tienen confianza plena en tí, eres su bitácora, su puerto seguro, su referente. No estaría de más que de vez en cuando reunieses a tu equipo, y equipo me refiero hasta la señora de la limpieza, y les dijeses que aquí estamos juntos en esto, que la lucha no es individual, que siempre habéis cuidado de ellos, y que estáis haciendo lo indecible para seguir haciéndolo, que valoren vuestro esfuerzo, es importante.

Motivar es fácil cuando las cosas vienen rodadas, lo complicado es hacerlo cuando cada día hay doscientas vallas que saltar y hay veces que falta el oxígeno. Comprar botellas de oxígeno si hace falta y “palante” (palabra que no existe, pero dicha con huevos, tiene más fuerza que un gancho de Tyson). Si decae el ánimo, cierras los ojos, respiras y palante; si dudas de como será el futuro, coge más aire y palante; si te caes, te levantas y palante; si el mes ha sido malo, hemos tenido meses buenos que nos permiten seguir, así, que palante; que se vende menos, no por eso vamos a dejar de intentarlo, palante. Que tienes un día de mierda, es lo que hay, nadie va a consolarte, palante; que tienes un día de lujo, pues dos pasos palante. Pero nunca, repito, nunca te pares.

Señores, nadie nos para, ni un virus, ni una tormenta, ni un ciclón. Estamos curtidos en un sector maravilloso, somos de Taberna. Somos invencibles.

FUERZA Y HONOR

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