LAS VACAS NO DAN LECHE…
Escuché una historia que me encantó. Un padre con 3 hijos, les dijo que el día que cumpliesen 14 años les diría cuál era el secreto de la vida. Ansiosos por saber ese secreto, los hijos no paraban de preguntarle, pero el padre se mantenía firme: “cuando cumpláis 14, os lo contaré”. El primerizo cumplió los 14 y el padre le sentó y le dijo. “El secreto de la vida es este: las vacas no dan leche”. El hijo, ojiplático, le respondió que si le estaba tomando el pelo (en realidad hoy en día la respuesta sería algo como: O sea, ¿en serio? A ver, what? ¡No me lo creo, flipo! Que fail!! ¿Es broma no?). Pero el padre muy serio le contestó con un no rotundo. “Las vacas no dan leche, eres tú el que tiene que ordeñarlas para que den leche”.
Y así es la vida, o vamos y ordeñamos la vaca, o por si sola, la vaca no dará leche. Es así en los negocios, en la vida, y es así aquí y en Kuala Lumpur (que por cierto me queda por visitar).
Lo de ganar dinero sin esfuerzo es un mito. Me encanta cuando escucho a la gente soñar con una idea de negocio que les haga ricos rápidamente. Pero la realidad es otra.
Lo de que existen oportunidades mágicas que generan riqueza sin esfuerzo es un cuento chino. Al igual que la vaca no te da ni una gota sin que alguien la ordeñe, un negocio no genera ingresos sin trabajo, planificación y disciplina. Y en la vida, nada conseguirás sin esfuerzo, a no ser que seas Pedro Sánchez, Begoño o sus palmeros.
El compromiso es clave en el trabajo. El sacar leche de la vaca no es un trabajo puntual, es una labor de día a día, que requiere constancia, técnica y dedicación. Lo mismo en el ámbito empresarial o personal, si vamos más allá. La constancia hay que trabajarla con disciplina y estrategia. No se trata sólo de trabajar duro, sino de trabajar con inteligencia. Quien dirige a un equipo, un negocio, o un proyecto sin estrategia, está perdiendo oportunidades. Planificar te permitirá adaptarte a los cambios y tener una visión a largo plazo.
En nuestro sector veo movimientos que son cortoplacistas, tanto en la venta de maquinaria como en el alquiler. Se toman decisiones sin pensar en las consecuencias. Por miedo a perder negocio o que otro se lleve un negocio, que a todas luces no es rentable. Aún sabiendo que lo estás haciendo por debajo de coste, te lanzas. Mal.
Estamos acostumbrados a ver el resultado final de mucha gente, sin valorar lo que hay detrás. Como ver la leche en el vaso sin preguntarte qué trabajo hay para que haya llegado a tus manos. No ven madrugones, esfuerzo, horas de implicación ni estrategias, sólo el resultado.
Ser empresario o ser un buen estratega, significa asumir riesgos, aprender de los errores y estar dispuesto a trabajar cuando otros descansan. Ojo, que al final, el pensar en mejoras es parte del trabajo y a menudo no le damos la importancia que requiere. Es necesario hacer de vez en cuando un alto en el camino para echar un paso atrás, tener una visión global de lo que nos rodea y pararte a analizar cómo mejorar o en qué estamos fallando. El ir todo el día a trompicones con la sensación de que te faltan horas en el día, no es una buena estrategia.

Ten claro que los atajos difícilmente existen, si esperas que el éxito empresarial llegue solo y sin esfuerzo, te frustrarás rápidamente. Te quejarás, tendrás pataletas, y obviamente de nada servirá. Para obtener leche (beneficios, crecimiento, estabilidad financiera, rentabilidad, equipo motivado), hay que levantarse cada día y ordeñar (trabajar, innovar, mejorar, proponer, analizar, escuchar a tu equipo, implicar a la gente y querer mejorar continuamente). Y ya si haces todo esto con ilusión, tu trabajo será la leche, y nunca mejor dicho.
La clave es el esfuerzo constante y que te guste lo que haces. En los negocios, como en la vida, las vacas no dan leche: hay que ordeñarlas. Te aseguro que, si disfrutas de lo que haces, serás cien veces más productivo que estando amargado quejándote sin hacer nada.
¿Y tu? ¿Eres de los que ordeña la vaca o de los que pide el vaso de leche sin más?
Buena bauma a los que vais a Munich. Allí nos vemos para brindar por la vida como Dios manda.
FUERZA Y HONOR