Que mejor manera de acabar el 2023 que con un gran: Me gusta la fruta
Empiezo este editorial, el último del año 2023 con el convencimiento de que cada día me gusta más la fruta, y viendo con curiosidad y deleite que Sánchez está cada día más desquiciado. Definitivamente ha perdido el norte. Le importa un carajo todo lo que no sea su ego, su supervivencia y la de todos los que le hacen de palmero. Pero lo que no se dan cuenta los que le rodean es que la posición de palmero tiene fecha de caducidad, porque mantener tantas pelotas en el aire le va a ser muy complicado a este inhábil.
Los españoles de izquierdas deben creer que el dinero cae de los árboles y todo lo que dice que va a regalar este señor, ya sean bonos culturales, bonos de transporte, y las ayudas a tutiplén para comprar votos, les va a salir gratis. Pues que alguien les explique a estos irresponsables que depositan su voto donde no deben, que sus impuestos van a experimentar un incremento considerable, porque la fiesta hay que pagarla. Que no se vayan lamentando cuando no lleguen a fin de mes, porque hasta el más tonto sabe que antes de que le llegue el agua al cuello a una persona normal que no vota a estos mamarrachos, se habrán ahogado muchos titiriteros.
Acaba un año bueno para todos. Con todo el que hablo, me dice que ha tenido un año de cine, tanto alquilando como vendiendo. La duda es el año que viene, pero como decía mi padre, ya cruzaremos ese puente cuando llegue el río, no vamos a mojarnos antes de ver ni el agua.
En general este año se ha caracterizado por una carga de trabajo excepcional para todos, y muchos de vosotros habéis conseguido subir los precios, bien por ello. No os durmáis en los laureles, porque enero es el mes ideal para corregir tarifas y dar la bienvenida al nuevo año con una subida.
Entendible en toda regla, y el cliente tiene que saber que paga por un servicio, no se debe regalar el trabajo, son muchas las bocas que están detrás de las empresas como para ir regalando servicios, portes, o cualquier trabajo que suponga que una máquina salga de tus instalaciones.
En mayor o menor medida, todas las empresas han ido renovando parte de su parque. El camino es largo y queda mucha maquinaria por renovar, pero poco a poco. Roma no se conquistó en un día.
Hemos visto la apertura de numerosas nuevas oficinas de alquiler, espero que ello no conlleve una bajada de pantalones en el precio de alquiler. Entrar por precio es fácil, pero flaco favor te haces a ti mismo si piensas que eso va en tu beneficio. El único beneficiado es el cliente, y no te hagas ilusiones de que lo valorará, a la mínima de cambió te dejará por otro. El cliente que se va por pasta, te hará lo mismo una y mil veces.
La formación ha sido este año un valor añadido a la que muchas empresas han sido capaces de dar un empujón. Formando nuevos fichajes, yendo a institutos de formación profesional, o simplemente dando su apoyo a centros de formación para que chavales que se están formando tengan recursos con los que trabajar. Este es un camino que debemos seguir todos. Es responsabilidad de todas las empresas de alquiler y de fabricantes y distribuidores, el trabajar para hacer este sector más atractivo, más interesante y más profesional.
Vamos a la par con el país, somos un sector cada vez más envejecido, y tenemos que ser conscientes de que en unos años nos vamos a quedar cojos, mejor buscar una prótesis a tiempo, que ir cojeando de por la vida. A muchas empresas les hace falta un protocolo familiar, no lo dejéis, mejor coger el toro por los cuernos a tiempo que salir corneado. Hay gente dentro de las empresas familiares que nunca se implicará y que nunca hará avanzar la empresa, ser coherentes y tomar medidas a tiempo para que no sea un lastre en un futuro, o sea motivo de rotura familiar una vez que el jefe ya no esté.
Plantearos objetivos factibles y medibles. Tratar de convertir la mejora continua de la empresa en un hábito, no en una simple tarea puntual.
En un año en el que Movicarga ha recibido numerosos premios por su trayectoria de 50 años, no me queda más que dar las gracias de corazón primero a mi equipo, y segundo a todos y cada uno de los que formáis parte de Movicarga, ya sea con publicidad, con artículos, con videos, con likes en las redes, con apoyo moral, con vuestra amistad y sobre todo con vuestro cariño, que es lo mejor que tenemos. Gracias por un año lleno de éxitos. Como decía Warren Buffett “La superación absoluta no es solo alcanzar el éxito financiero, sino utilizar ese éxito para mejorar la vida de los demás.”. Espero que desde Movicarga hayamos mejorado vuestra vida en algún aspecto en este 2023. Os deseamos lo mejor para el 2024. Estaremos aquí siempre.
Este editorial se lo quiero dedicar a mi mami querida, la persona que me metió el gusanillo de viajar y con la que acabo de hacer el viaje a Tailandia maravilloso del que ya os hablé en mi último editorial. Pues bien, mi mami con 87 años, ha montado en elefante, se ha hecho fotos con tigres y era la última que se iba a dormir y la que no perdonaba una buena birra. Si algo pido para todos, es la fortaleza de mi madre, a la cual no rasco mucho, porque creo que debajo de su preciosa piel hay un alien y de ahí la energía, Te quiero mami. Gracias por tanto.
Que paséis una feliz navidad en familia (lo de felices fiestas se lo dejo a los ateos y comunistas), y que el año que entra os traiga sobre todo salud. Del resto ya nos ocuparemos nosotros.
En 2024, luchar por transformar vuestros desafíos en oportunidades y nunca, repito, nunca, os paréis.
FUERZA Y HONOR
