A 190 metros de altura, una grúa automontable Liebherr 34 K desmontó una plataforma elevadora en Rotterdam. Gracias a un alcance de pluma de 30 metros, la obra se desarrolló sin necesidad de invertir mucho tiempo en implementaciones.
La grúa automontable de la flota de alquiler de Van der Spek Vianen B.V. volvió a demostrar una vez más su flexibilidad.
La grúa Liebherr 34 K de la flota de alquiler del especialista en grúas neerlandés Van der Spek Vianen B.V. se utilizó en el edificio más alto del Benelux por encargo del cliente Civiele technieken deBoer bv. La grúa automontable necesito de una grúa pórtico para ascender hasta los 190 metros de altura, donde retiró el techo de una plataforma elevadora.
A sus pies, la ciudad portuaria neerlandesa de Rotterdam, con su singular escenario arquitectónico: la 34 K, una grúa automontable de Liebherr, estuvo trabajando este verano en una de las torres residenciales más altas de Europa, Zalmhaven I. En el barrio de Scheepvaartkwartier, el proyecto de construcción sobre el Maas, De Zalmhaven, va tomando cada vez más forma.
Desde noviembre de 2018, se están realizando obras en las inmediaciones del puente Erasmus. De Zalmhaven se distribuye en un total de tres torres, de las cuales Zalmhaven I, con una altura total de 215 metros, será el rascacielos más alto. Los dos rascacielos restantes, Zalmhaven II y III, son idénticos y tienen una altura de 70 metros.
El diseño de los arquitectos Dam & Partners y KAAN Architects incluye 452 viviendas y áticos, 33 casas adosadas, un aparcamiento, oficinas, espacios comerciales, un jardín en la azotea y un restaurante con vistas al horizonte de Rotterdam. La finalización del barrio está prevista para 2022.
Altura bajo gancho de 20 metros
Una grúa automontable Liebherr 34 K con una altura bajo gancho de 20 metros lleva desde mediados de junio colocada en el tejado del futuro restaurante. Su tarea a 190 metros de altura era desmontar una parte de la plataforma elevadora. Se necesitaba para la construcción de Zalmhaven I.
La plataforma elevadora fue creciendo con la torre nivel a nivel; prácticamente como una obra trepadora que permitía a los montadores trabajar como si estuvieran en el suelo. Con este concepto, hasta la fecha las obras en Zalmhaven I habían podido avanzar sin grúa torre. Pero esto ha cambiado con el montaje de la 34 K, controlada por radio.
Preparación con simulación 3D
El impulso para decidir qué decisión tomar, fue contestar a la siguiente pregunta: ¿cómo desmontar el techo de la plataforma elevadora con la mayor facilidad posible y sin muchas implementaciones? El cliente CT De Boer buscaba una grúa con el alcance adecuado. Además, había que aclarar cómo se iba a poder llevar a cabo el montaje de la grúa en una plataforma tan estrecha.
Porque una de las claves era conseguir meter la grúa en la estructura de la plataforma elevadora. En una fase previa, los ingenieros utilizaron una simulación en 3D para calcular la mejor manera de conseguirlo y averiguar qué parámetros debían ajustarse para ello y cómo hacerlo. Además, el espacio libre entre el suelo de la plataforma y la grúa pórtico era extremadamente estrecho para instalar una grúa.
Había que conseguir el mayor alcance posible, pero al mismo tiempo, que resultara lo más compacto posible: los responsables resolvieron este acto de equilibrio con una 34 K de Liebherr. La empresa de alquiler Van der Spek Vianen B.V. recomendó al cliente CT De Boer la grúa automontable como una solución eficaz y sin complicaciones.
Desafío logístico
Con una altura de transporte de 3,5 metros, es lo suficientemente pequeña como para subirla a la plataforma. Y, con un alcance de pluma de 30 metros, es lo suficientemente grande como para poder desmontar el techo sin necesidad de invertir demasiado tiempo en implementaciones. En este contexto, se descartaron otros conceptos de elevación alternativos. Las partes del techo de las plataformas elevadoras que había que retirar pesaban entre 1200 y 1500 kilogramos.
Así que los expertos se enfrentaron a un desafío logístico durante el montaje que, gracias a una amplia preparación, pudo desarrollarse sin problemas. En un primer paso, la grúa pórtico —que es parte de la estructura de la plataforma elevadora— levantó el lastre de más de 17 toneladas. Le siguió la 34 K, con un peso de 15 toneladas. La grúa pórtico puede elevar hasta 40 toneladas; con el techo parcialmente desmontado, 26 toneladas.
Despliegue independiente de la grúa
Al día siguiente se procedió al montaje del lastre y al despliegue de la grúa sobre los tejados de esta ciudad portuaria neerlandesa. A diferencia de la grúa torre, la grúa automontable se monta y desmonta sin necesidad de otros medios. Su puesto de trabajo estaba allí donde la plataforma está abierta por arriba, de forma que la grúa —pluma incluida— pudiera sobresalir por encima del techo. Con su diámetro, encajaba perfectamente en el hueco que había en el techo. Una vez terminado el trabajo, a mediados de julio, la grúa pórtico volvió a bajar la 34 K.
La serie K volvió a convencer una vez más por su adaptabilidad y flexibilidad. Diseñada principalmente para la construcción, por ejemplo, de viviendas unifamiliares y edificios de viviendas, así como de proyectos industriales pequeños y grandes, la 34 K trabajó en el rascacielos de los Países Bajos. Una misión especialmente atractiva, aunque fuera tan solo por la extraordinaria altura.