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EDITORIAL MAYO 2020

Mi más sentido pésame

España está de luto señores.

Mi más sentido pésame a todas las familias que han perdido a alguien por este dichoso virus, siento vuestra pérdida y no imagino vuestro dolor al no poder siquiera despediros de vuestros seres queridos. Aunque el gobierno no sea capaz de declarar el luto oficial y sólo dar el pésame a otras confesiones no cristianas y no a los miles y miles de españoles que se han muerto por su culpa, el resto de nosotros no somos así, estamos de luto. Se llama respeto, se llama educación y se llama tener valores. Pero eso se mama, y está claro que los rojos no maman educación, solo maman hasta que exprimen, entiendo que de ahí vendrá la palabra mamones.

No me conformo con la manida frase de “hay que arrimar el hombro”. Yo arrimaría el hombro a alguien en el que confiase y supiese que no se iba a retirar si a mí me fallan las fuerzas, yo arrimaría el hombro a alguien más fuerte que yo que supiese que es competente. Así funcionan las melés en rugby, confianza mutua.

Pero en España nos piden arrimar el hombro a un grupo de ineptos, a una manada de inhábiles, a una jauría de chupópteros. No señores, yo no arrimo el hombro a esta panda de hienas.

Lo de intentar apoyar para que todo salga bien, a lo mejor las dos primeras semanas hubiese colado. El primer muerto en España fue el 13 de febrero. Desde entonces no hay nadie a los mandos, vamos en un vehículo conducido por enajenados mentales que en cada curva hacen que se dejen la vida cientos de personas, y encima lo anuncian como si fuese una victoria.

Su ineptitud en el cierre de este editorial se traduce en 25 mil muertos. Veinticinco mil personas, veinticinco mil familias, veinticinco mil almas a las que ellos han decidido que les llegaba su hora gracias a su irresponsabilidad. Y habrá que sumar todo el resto de fallecidos que éstos no han querido contar, esos que no saldrán en las estadísticas, más aquellas personas no están recibiendo su tratamiento y que fallecerán por no poder ser asistidos. Pero soy optimista, sé que Belcebú está preparando 666 apartamentos al calor de las brasas a toda esta calaña.

Y todavía nos alegramos de que sólo haya 300 muertos diarios, pero, ¿cómo que nos alegramos? Se alegrará usted, señor “presidente de la muerte”, yo me muero de pena con cada uno que expira su último aliento.

No sólo eso, estamos en el podio de mayor muerte per capita, mayor contagio entre personal sanitario y mayor descalabro económico. Esto se ha hecho rematadamente mal. Y no es algo subjetivo, es un hecho.

No me conformo con lo de “Los otros lo hubiesen hecho igual o peor”. Es la frase de la izquierda que utiliza siempre que está en el gobierno para escurrir el bulto de su mala gestión. Me da lo mismo como lo hubiesen hecho los otros, ahora está en el Gobierno este híbrido entre comunismo y extrema izquierda, porque seamos claros, los socialistas han quedado diluidos en este experimento horrendo al que nos han llevado los votos de muchos españoles, porque no nos olvidemos de algo muy, muy importante: Estamos donde estamos porque muchos españoles depositaron el voto y le dieron fuerza al innombrable y al coletillas de Notredame (a ver si así pasamos la censura). Así que gracias a todos esos españoles que con su voto han hecho posible que estemos en esta situación, menos palmas a las 8 y más examen de conciencia en las próximas elecciones por Dios. Porque igual de responsable es el que está al frente, que el que lo ha puesto ahí. Yo no tengo en mi círculo (eso espero) a nadie que haya votado a esta calaña. Bueno sí lo tenía, después de esto no lo tendré, y me sentiré orgullosa de alejar de mí a gente irresponsable y con ansias de parásito como aspira a ser todo comunista de pro.

Es como si hubiesen puesto a dirigir el Gobierno un grupo de becarios nuevos que no dan una en el clavo, que meten constantemente la pata, que hacen pedidos (a sus colegas por cierto) que son fallidos y no pasa nada, aunque eso suponga más muertes, que dicen una cosa y se desdicen por la tarde, un gobierno que compra votos a cambio de miseria, que van dando palos de ciego, que su lema es “lo vamos viendo o lo estamos estudiando”. Un plan sin GPS con un kamikaze al volante. ¿De verdad la gente se conforma con recibir ayudas y ser un parásito toda la vida? ¿Ser comunista y socialista se ha convertido en “voy a vivir de papá gobierno”, aunque viva en la miseria? ¿Pero dónde se ha quedado el amor propio?

Y yo me pregunto… ¿Cuánto tiempo hubiese durado en una empresa un directivo así?

¿Por qué tenemos que aguantar fracaso tras fracaso de esta podredumbre? ¿No hay un límite? ¿No hay un número de muertos al que se llegue y se diga…gracias por participar porque usted no sirve? Ya lo sabíamos desde el principio, pero la ley nos obligaba a tenerlo. Ahora por favor, abandone su puesto y deje al siguiente que lo intente.

Se ha demostrado con creces que los políticos son demasiados y que lo de aferrarse a su sueldo y a su puesto es algo que llevan en su ADN. Sobran políticos señores. De momento, de los que están en el Gobierno espero que alguno acabe sus días en “galeras” si la justicia hace su trabajo.

Y a todo esto… ¿dónde están los sindicatos? A esos que se les llena la boca con la palabra trabajador y trabajadora. ¿dónde están? ¿Qué pasa, no quieren salir en la foto para que no les salpique? Aunque sean los de los sanitarios por favor. En nuestro sector, si no cuidas de que tu personal esté bien equipado con EPIs, si ocurre un accidente al responsable le cae una multa que ya no se levanta para lo que le queda de vida. Pero aquí no pasa nada, y ¿por qué? porque gobierna la izquierda, porque la derecha se limita a mandar mensajitos y memes y a indignarse y a callarse. Se acabó. Destierra de tu vida todo lo que huela a rojo y haz algo productivo.

La izquierda es un cáncer para España, tanto para su supervivencia vital como para su economía, y el que esté ciego para verlo, que se pregunte porque está en la situación en la que se encuentra. Y que no venga con lamentos y con exigencias de ayudas. O que no vaya a Cáritas, cuando lo único que hace mucha de esta gente es demonizar a la Iglesia, sentido común más que nunca. Tu voto, tu responsabilidad. Se consecuente con tu ideología, campeón.

Ahora vienen las buenas noticias. Somos afortunados. Sí, somos afortunados, estamos en un sector que no ha caído del todo y nos gusta trabajar, nos hace felices.

Lo cierto es que ser empresario no es para cualquiera. Más que nunca, esta frase que me repite mucho mi amigo Samu, toma todo su valor.

En este momento ser empresario es temerario, es desalentador, significa noches sin dormir, significa que tu cerebro tiene que funcionar a mil por hora, significa volver a endeudarte, significa subidas de tensión, ¿pero sabéis que significa también? Ser empresario en este momento significa que tienes la fuerza de un rinoceronte, que piensas en tu equipo como un todo, que demuestras que la palabra liderazgo no es para los flojos, que los muros que se nos pongan por delante, los derribamos aunque sea con los puños, que los límites están para los mermados de ilusión, que hoy más que nunca la vida es un regalo.

Pienso cómo lo vamos a celebrar en la Taberna con mis amigos cuando esto pase e irremediablemente se me pone una sonrisa de oreja a oreja. Gracias por tanta fuerza acumulada en un lugar tan especial.

No te rindas nunca, no dejes que el desaliento te pueda, aférrate a lo que queda por venir. Han sido dos meses duros y queda por delante un infierno, no nos vamos a engañar, pero con lamentos no vamos a ningún sitio, no esperes que nadie te anime ni te dé palmaditas en la espalda. No esperes reconocimiento, el resto tomará como una obligación que les lleves a buen puerto, porque para bien o para mal, eres el que dirige un equipo y tuya es la responsabilidad. Serás tachado de explotador, serás el monstruo que echa a la calle a gente sin que ellos sepan cuanto has luchado para que eso no ocurra. Serás criticado y tendrás que recomponerte tú mismo.
No esperes palabras de aliento y de consuelo. No esperes. Actúa, lucha y gana.

Desde aquí es mi obligación daros las gracias a todos los que nos apoyáis con la revista. Sin vosotros no seguiríamos adelante. Ahora más que nunca os doy las gracias de corazón por no dejarnos caer, por ayudarnos en estos momentos. Nunca lo olvidaré. GRACIAS. Me tenéis aquí para lo que necesitéis, a mucho os lo he dicho, y lo digo de corazón, ESTOY.

Sé fuerte
Sé valiente
Nunca te pares.

FUERZA Y HONOR

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