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UN DESAFÍO CONVERTIDO EN UNA GRAN HAZAÑA: TRAINAR SEMIRREMOLQUES ASESORA A GRUAS DONIZ EN LA PLANIFICACIÓN Y EJECUCIÓN DEL TRANSPORTE ESPECIAL DE UNA PIEZA ÚNICA.

Hace unos meses, la empresa Grúas Doniz contactó con Trainar en busca de una solución para un complejo reto de transporte. Se trataba de trasladar una pieza única: una especie de vaso de 9 metros de diámetro, 4,7 metros de altura y un peso de aproximadamente 120 toneladas. La carga, equipada con bridas mecanizadas en la parte superior e inferior, exigía cuidados extremos, pues estas bridas, debido a su precisión y valor, no podían rozar el suelo ni las estructuras bajas a lo largo del recorrido. Esto hacía fundamental no solo completar el trayecto, sino también asegurar que la carga llegase intacta.

Tras varias conversaciones, Trainar propuso una idea inicial que, con el tiempo y el esfuerzo del equipo de Doniz y un ingeniero de la planta de origen, se convirtió en una realidad tangible. Lo que comenzó como un boceto y una serie de recomendaciones, finalmente tomó forma hace unos días cuando la combinación de vehículos y materiales necesarios quedó lista para llevar a cabo el trabajo.

Dado que se trataba de una configuración de transporte poco convencional, Grúas Doniz solicitó a Trainar asesoría adicional para optimizar el sistema de dirección en los módulos de transporte. Con el respaldo de otro experto en la materia, Trainar completó algunos detalles técnicos y se trasladó a Porriño, donde, junto al equipo de Grúas Doniz, se llevaron a cabo los ajustes necesarios para el sistema de dirección y otros componentes. El 95% del trabajo ya estaba listo; solo quedaban unos retoques técnicos, como la calibración de algunas válvulas y llaves, para que la configuración estuviera perfecta.

Al día siguiente, a las once de la noche, comenzó el transporte de esta carga masiva y delicada desde Porriño hasta el puerto de Bouzas en Vigo. Este trayecto, de unos 23 kilómetros, implicaba atravesar el núcleo urbano de Vigo con todas las complejidades y riesgos que eso conlleva.

La coordinación y el conocimiento profundo del equipo de Grúas Doniz fueron palpables durante todo el recorrido. Cada miembro sabía exactamente cuál era su función: además del conductor y el operador del camión de apoyo, había personas dedicadas a desmontar las señales de tráfico, moviéndolas justo antes de que pasara la carga y volviéndolas a montar inmediatamente después, y a girar semáforos 90º para evitar colisiones. Debido a la anchura de la carga, de 9 metros, en muchos tramos fue necesario ocupar ambas vías, y aun así casi no había espacio suficiente. La tensión se sentía incluso en la radio, donde los operadores se informaban: “A la derecha ya no hay sitio” y la respuesta desde el otro lado era “Aquí tampoco, continúa como va, por favor”. Este intercambio da una idea del nivel de precisión y la dificultad que supuso el recorrido.

El equipo de Grúas Doniz, con miembros como David, Pablo, Fernando, Groba, Sergio, Álvaro y muchos otros que, aunque no se mencionen aquí, formaron parte crucial de la operación, demostró una profesionalidad y coordinación que facilitó cada paso del trayecto. Cada uno de ellos supo afrontar sus responsabilidades con calma y efectividad, asegurando que el paso de la carga fuera seguro y sin causar más interrupciones de las necesarias.

Solo en una ocasión, durante un giro complicado, una conexión de la dirección falló debido a la presión. Sin embargo, el equipo actuó con rapidez y en diez minutos estaban nuevamente en marcha. Al final, el recorrido, que cubrió 23 kilómetros en unas ocho horas, incluyó una pausa para el cambio de escolta policial que duró 45 minutos, un tiempo que da una idea de la complejidad del trayecto.

Esta experiencia dejó a Trainar con una profunda admiración por la dedicación y profesionalidad del equipo de Grúas Doniz. Sin sofisticadas tecnologías ni despliegues llamativos, lograron una operación impecable, demostrando una habilidad y compromiso que no siempre se encuentran en esta industria. Al final del transporte, la tensión acumulada se disipó en abrazos y sonrisas de satisfacción. Fue un honor para Trainar ser parte de esta hazaña y felicitar a todos los implicados por un trabajo tan bien ejecutado.

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