El incremento del precio de las materias primas industriales parece no tener fin y uno de los sectores más afectados es el de la construcción. Según datos de ING, en el pasado mes de agosto, un 23% de las principales constructoras europeas afirmaron tener problemas de producción debido a la escasez de materiales. Pese a que este dato supone una leve mejoría respecto a la cifra del 29% de abril, sigue marcando una tendencia negativa.
Si al incremento del precio de las materias primas como la madera (+60%), el acero (+40,3%), el aluminio (+36%) o el cobre (+25,4%), unimos el alza de los costes energéticos (que afecta sobremanera a algunas materias primas como el aluminio, metal que más energía consume para su fabricación) y de los tipos de interés, el sector de la construcción se enfrenta a una etapa de incertidumbre.
Además, este aumento de los costes no se ve nivelado con un volumen de negocio suficiente que pueda incrementar los ingresos.
Según datos de APCE (Asociación de Promotores Constructores de España), en torno a un tercio de las promotoras han tenido que frenar promociones en marcha por la crisis de materiales mientras que las constructoras españolas no se han presentado a 1.455 licitaciones de proyectos estatales tras concluir que los precios de las ofertas no cubrirían sus costes.
Franck Lemoine, Sales & Marketing Director, Pouey International, apunta que “la situación podría empeorar dado que los precios de los materiales de construcción se han estabilizado un poco aprovechando el parón inmobiliario en China por la política de cero Covid, sin embargo cuando se reactive el mercado inmobiliario chino, volverán a subir los precios de estas materias”.
Pierre Lemarquier, Director de Operaciones, Pouey International, señala que “a estos factores habría que sumar que a muchas de las empresas del sector de la construcción que recibieron créditos ICO durante la pandemia, se les van acabando los plazos para las devoluciones, lo que les coloca en una situación complicada”.
Según datos recogidos por el Colegio de Registradores en el Anuario Concursal 2021, 4.744 empresas se declararon en concurso de acreedores el año pasado, un 20,8% de ellas pertenecientes al sector de la construcción. Del total de pasivos afectados en 2021 (más
de 3.400 millones euros, frente a los 8.100 de 2020), la construcción repunta con fuerza hasta suponer el 34% de ese importe (15,8% en 2020).
Euroconstruct estima que este año el sector de la construcción perderá 1,4 puntos porcentuales de crecimiento con respecto a la anterior previsión, con lo que las expectativas para 2022 se limitan al 2,3%.
La conjunción de estos factores ha provocado que muchas empresas del sector de la construcción se encuentren en una situación financiera compleja, con importantes aumentos de sus costes internos, por lo que poder asegurar el riesgo comercial y de sus clientes se ha convertido en una prioridad para ellas. Dos aspectos son clave para poder mejorar su situación: conocer la fiabilidad de las empresas con las que van a trabajar y disponer de una garantía financiera (seguro de crédito) que cubra los posibles impagos.
Informes financieros y comerciales
Estos estudios que suministra Pouey International permiten obtener un análisis detallado y actualizado de una empresa para neutralizar las incertidumbres y controlar la situación de los clientes, proveedores y socios. La compañía se basa en informaciones oficiales y datos registrales, que completa con información actualizada, comprobando esos datos, no con algoritmos, sino con análisis humano. Además, obtiene informaciones más novedosas conseguidas con trabajo de terreno por personas físicas.
Garantía financiera
Junto al conocimiento de la solvencia de los clientes con los que trabajan, para las constructoras es fundamental también poder asegurar la supervivencia de sus negocios ahora que sus costes han aumentado y que las aseguradoras tradicionales no cubren este incremento de su riesgo.
Para asegurar su cifra de negocios, Pouey International cuenta con el seguro de clientes Serenitas, que garantiza financieramente entre el 50% y el 70% de los clientes rechazados, limitados o anulados por las compañías de seguro de crédito tradicionales.
Serenitas es un contrato de garantía que permite asegurar hasta 300.000 euros de riesgo comercial por cliente. Se trata de un contrato que se realiza a medida con las necesidades del solicitante y es compatible con otros seguros de crédito. Se realiza para cada cliente y no para el conjunto de los deudores de una empresa y alcanza tanto a los domiciliados en España como en otros países. La indemnización corresponde al 100% de la cantidad garantizada sin IVA.
Lemarquier explica que “se trata de una garantía complementaria al seguro de crédito que se haya contratado y lleva asociados varios servicios: Informes rigurosos sobre la solvencia de los clientes, financiación sin recurso a medida de las facturas, y, finalmente, la gestión de la cuenta por parte de Pouey International con seguimiento contable y cobro amistoso incluido”.