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ENTREVISTA A LIEBHERR IBÉRICA POR SU PROYECTO EN LA SAGRADA FAMILIA

A raíz del montaje de las grúas de pluma abatible Liebherr 710HC-L y 125HC-L que trabajarán en la fase final del proyecto de construcción de la Sagrada Familia, en Barcelona, hemos entrevistado a Tobias Böhler, director general de Liebherr Ibérica, y a Roberto Insausti, director comercial de la división de grúas torre de Liebherr Ibérica.

Visita de obra. De izquierda a derecha: Roberto Insausti y Tobias Böhler, de Liebherr Ibérica.

Mov.- La Sagrada Familia es una de las obras más emblemáticas de España. ¿Cómo ha sido el proceso para conseguir tener una grúa que trabajase en las obras de finalización de esta maravilla de Basílica? ¿Qué factores han sido determinantes?

Roberto Insausti.- Así es, la Sagrada Familia es un icono. Y Liebherr ya había optado, en diversas ocasiones, a realizar proyectos en dicha Basílica. Antes de la pandemia del COVID 19, llevaron a cabo un estudio para construir unas torres en la fachada principal y ahí también participamos. Ya en esa momento dejamos muy buena impresión en cuanto a estudio técnico, hecho que influyó en gran medida a la hora de otorgarnos el proyecto en el que a partir de ahora las grúas Liebherr 710 HC-L y 125 HC-L van a trabajar. Desde La Sagrada familia nos han trasmitido su satisfacción con el conocimiento a nivel técnico y el buen producto que les estábamos ofreciendo.

Tobias Böhler.- El servicio postventa también ha sido un factor clave. Contamos con un partner en Cataluña, Grúas Cerezo, con una dilatada experiencia que ofrece soluciones y respaldo técnico ante cualquier adversidad que pueda surgir. Hay que tener en cuenta que, conforme el proyecto avance, se volverá cada vez más exigente respecto a pesos y alturas. Liebherr es especialista en la fabricación de este tipo de grúas que se adaptan perfectamente a la obra. Lo que nos ha hecho posicionarnos en el pole position de este proyecto es una combinación entre cercanía comercial, servicio postventa y solución técnica.

Mov.- ¿Cuánto tiempo ha transcurrido desde que os concedieron el proyecto hasta el montaje de las grúas?

Roberto Insausti.- La reunión tuvo lugar hace un año aproximadamente, cuando empezamos a trabajar conjuntamente la Sagrada Familia, Grúas Cerezo, Liebherr-Werk Biberach GmbH y Liebherr Ibérica. Y, desde que nos concedieron el proyecto, hemos tenido reuniones semanales ya que es una obra muy compleja por todo lo que engloba (ubicación, visitantes,..).

Mov.- ¿Desde hace cuánto se encarga Liebherr Ibérica de la gestión comercial y de servicio técnico de la división de grúas torre?

Tobias Böhler.- Desde hace dos años la gestión comercial ha pasado de la fábrica de Liebherr en Pamplona a Liebherr Ibérica. Contamos con un director comercial que es Roberto Insausti y todo el equipo de servicio postventa que tiene un profundo conocimiento de la gama de productos. Además, para proyectos de este calibre, Liebherr-Werk Biberach GmbH cuenta con un departamento especial, denominado Tower Crane Solutions, que se hace cargo de analizar los requerimientos de cada proyecto exigente y ofrecer las soluciones adecuadas.

Mov.- ¿Cómo fue el montaje de las grúas teniendo en cuenta la afluencia constante de turistas? ¿Se tomaron medidas especiales de seguridad?

Roberto Insausti.- Ha sido un proyecto muy estudiado, ensayado y preparado. Cada maniobra del montaje se ha simulado en el ordenador, ya que no había margen para hacer pruebas ni para fallar.

La Sagrada Familia es uno de los monumentos más visitados, a nivel mundial. Liebherr participará en la fase final del proyecto de construcción de la basílica con sus grúas de pluma abatible Liebherr 710 HC-L y 125 HC-L.

Mov.- ¿Cuánto tiempo ha llevado el montaje de las grúas en sí?

Roberto Insausti. – Si tenemos en cuenta sólo el tiempo neto de montaje de las grúas, sin condicionantes externos, relativamente poco. Para la grúa 125 HC-L tardamos en torno a una semana, mientras que la 710 HC-L fueron cerca de dos semanas.

Mov.- Las grúas abatibles que habéis montado en La Sagrada Familia, la Liebherr 710 HC-L y 125 HC-L no son un tipo de grúa muy común en España, pero sí en otros países, ¿qué ventajas tiene?

Roberto Insausti.- La ventaja es clara, la altura que se consigue con la pluma. Trabajar con una grúa abatible te permite llegar donde llegaría una grúa torre, pero a la que habría que trepar muchos metros más. Esta opción estuvo clara desde el principio por ambas partes: la Sagrada Familia tenía muy claro lo que querían y nosotros entendimos perfectamente que lo que necesitaban era una grúa de pluma abatible.  Es la primera vez que se utiliza en España este tipo de grúa y tiene una serie de requerimientos que hay que estudiarlos muy bien. Desde la Sagrada Familia nos han brindado la confianza.

Mov.- Liebherr ha ofrecido algún tipo de formación a los operadores de las nuevas grúas?

Roberto Insausti.- La Sagrada Familia cuenta con tres cualificados operadores de grúas que han recibido la formación oportuna directamente en nuestra fábrica de Liebherr-Werk Biberach GmbH, en Alemania. Y, por supuesto, el personal de Grúas Cerezo ha recibido esa misma formación.

Mov.- ¿Cuáles fueron los mayores desafíos a los que os tuvisteis que enfrentar durante el  montaje de las grúas de pluma abatible Liebherr 710 HC-L y 125 HC-L?

Tobias Böhler.- Prácticamente todo el montaje ha sido un reto, pero no sólo por el montaje de la grúa en sí, sino también por los diversos condicionantes externos: condiciones meteorológicas, algunas fases del ensamblaje de las grúas sólo se pudieron llevar a cabo con determinadas velocidades de viento; la propia ubicación de la basílica en el medio de Barcelona y las visitas diarias de turistas.

Roberto Insausti.- Durante una fase del montaje, tuvo que quedarse un operador durante toda la noche en la grúa Liebherr 710 HL-C para controlar las rachas de viento y evitar movimientos inoportunos de la grúa. Todo esto ya estaba planteado en el proyecto inicial de montaje preparado por Liebherr.

Mov.- Entiendo que las medidas de seguridad habrán sido muy altas, tanto por parte de la Sagrada Familia, Grúas Cerezo y Liebherr…

Roberto Insausti.- La Sagrada Familia exige unos altos estándares de seguridad, tanto para los trabajadores como para los propios visitantes de la basílica. Como ya hemos comentado antes, durante todo el montaje de las grúas no se paró el turismo en ningún momento.

Para proyectos de este calibre, Liebherr-Werk Biberach GmbH cuenta con un departamento especial, denominado Tower Crane Solutions, que se hace cargo de analizar los requerimientos de cada cliente y ofrecer las soluciones adecuadas.

Mov.- ¿Qué supone para Liebherr trabajar en un proyecto como la Sagrada Familia?

Tobias Böhler.- Para nosotros es sinónimo de éxito, por la naturaleza del proyecto. La Sagrada Familia es un emblema de Cataluña y de España, además de uno de los monumentos más visitados a nivel mundial. El hecho de que nos confíen este tipo de proyecto tan complejo nos hace sentir muy orgullosos de contar con productos de calidad y fiables. Al final se trata de solucionar retos y nosotros lo hemos conseguido, al ofrecer a nuestros clientes proximidad comercial, cercanía técnica y servicio postventa. Un engranaje ideal.

Mov.- ¿Cómo ha sido trabajar con Grúas Cerezo?

Tobias Böhler.- Como ya hemos comentado, la asesoría técnica viene directamente de la fábrica. En Liebherr Ibérica contamos con un distribuidor en Cataluña, Grúas Cerezo, que lleva trabajando con nosotros desde hace más de 30 años. Tienen una dilatada experiencia y un cualificado personal técnico, por ello han sido y son un apoyo fundamental.

La opción de trabajar con grúas de pluma abatible estuvo clara, desde el principio, por las dos partes.

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