El sábado 25 de mayo, JMG Cranes marcó un hito importante en su historia, con la inauguración de la nueva sede en Sarmato, la ciudadela de las grúas. Este evento no fue sólo una celebración de la expansión física de la empresa, sino también un símbolo de su compromiso continuo con la innovación, la sostenibilidad y las personas. Durante su discurso de apertura, Maurizio Manzini, fundador de JMG Cranes, reiteró el mantra que ha guiado su vida y el crecimiento de la empresa: “¡nunca te rindas!”.
De donde viene todo
Se puede decir que la historia de JMG Cranes comenzó el 26 de septiembre de 1978, cuando Maurizio Manzini comenzó a trabajar en el sector de la elevación, período que duró veinte años y que le permitió adquirir una experiencia única en el sector de las grúas. Se trata de máquinas que siempre han estado en el corazón de Maurizio, superadas en afecto sólo por su familia. Y es por ello que hace diecisiete años decidió dejar su condición de empleado para incursionar en el mundo del emprendimiento. Con valentía y determinación, construyó una empresa que hoy es un punto de referencia en el sector de las grúas eléctricas.
“El apoyo de los clientes y la conexión emocional que se ha creado con ellos a lo largo del tiempo han sido fundamentales para nuestro éxito”, afirmó Manzini.
Fuertes raíces de Piacenza
La elección de Sarmato como ubicación de la nueva expansión no es aleatoria. Las raíces de la familia Manzini se encuentran en Val Tidone, y la compra de los primeros almacenes en Sarmato en 2007 marcó el inicio de un crecimiento que hoy culmina en la ciudadela de las grúas. Con una superficie total de 63 hectáreas, de las cuales 11.000 m2 dedicados a zonas verdes y 8.000 m2 productivos, la nueva sede supone una importante inversión para la regeneración de la zona.
La nueva sede de JMG Cranes es un ejemplo de cómo la innovación puede ir de la mano de la sostenibilidad. Nicola Oddi, arquitecto y director de obras, calificó el proyecto como la regeneración de una zona que interrumpe la degradación del territorio. La zona de la antigua fábrica de azúcar de Eridania, fuera de servicio desde 2002, se ha transformado en un centro de producción de última generación, manteniendo algunas estructuras históricas para preservar la memoria del lugar.
En la inauguración participaron importantes figuras institucionales, entre ellas Vincenzo Colla, concejal de desarrollo económico, economía verde, trabajo y formación de Emilia Romagna y Monica Patelli, presidenta de la provincia de Piacenza. Colla elogió a JMG Cranes como un ejemplo de cómo las empresas familiares pueden prosperar con una cultura de trabajo e innovación, contribuyendo significativamente a las exportaciones de la región. Patelli recordó la importancia de la nueva planificación territorial estratégica iniciada con los acuerdos del 30 de diciembre de 2021.
La alcaldesa de Sarmato, Claudia Ferrari, expresó su agradecimiento por el compromiso de JMG Cranes con la zona, subrayando cómo la reurbanización de la zona ha superado todas las expectativas.
“JMG quería planificar su futuro en una zona como Sarmato, creando un fuerte vínculo con la comunidad”, afirmó Ferrari.
¿El capital? Es el humano
Con 66 empleados, muchos de ellos jóvenes, con una edad media de 35 años, JMG Cranes invierte constantemente en capital humano. “Las personas son el único capital real de la empresa”, subrayó Manzini. Cursos de formación, team building y un ambiente de trabajo estimulante son fundamentales para potenciar y retener el talento.
“Nuestro objetivo es atraer jóvenes con talento y ofrecerles oportunidades de crecimiento y desarrollo”, reiteró el propietario de JMG.
Del futuro eléctrico al hidrógeno
Matteo Montagna, responsable de I+D de JMG, ilustró finalmente las innovaciones tecnológicas que se estudian en JMG. Con un equipo de 18 personas en la oficina técnica, la empresa está explorando nuevas fronteras en el diseño e ingeniería de grúas eléctricas y… de hidrógeno.
“Estamos listos para dar el siguiente paso hacia las baterías de pila de combustible, respondiendo a las necesidades de nuestros clientes”, dijo Montagna.
“Ciertamente no es un paso que daremos mañana, serán necesarios dos años de estudio, pero creemos que las pilas de combustible son el destino tecnológico de nuestras máquinas y, en general, de todas las máquinas en funcionamiento. Porque es la única tecnología disponible hoy en día capaz de unir todas las necesidades operativas sin perjudicar una necesidad igualmente importante, la llamada sostenibilidad”.
Mirar al futuro con ilusión
Maurizio Manzini concluyó el evento con un mensaje de esperanza y determinación: “las personas que hoy animan la empresa vienen a trabajar con entusiasmo, y con entusiasmo se logran grandes cosas. ¡Nunca te rindas!”. La nueva sede de JMG Cranes no es sólo un símbolo del éxito del pasado, sino también una señal de un futuro prometedor y lleno de oportunidades. Con el 50% del proyecto ya construido y planes para nuevas inversiones en marcha, JMG continúa mirando hacia adelante, ampliando los límites de la innovación y manteniéndose fiel a sus raíces y valores.
