Visitar clientes de toda América Latina es gran parte del trabajo de Edwin Salazar. Desde su base de operaciones en Colombia, viaja a menudo a lugares muy diferentes del subcontinente, atravesando montañas, islas y zonas urbanas. Salazar habló con Looking Up acerca de los retos y las recompensas de su trabajo.
Como técnico de asistencia técnica de Manitowoc, Edwin Salazar vuela regularmente cada semana desde su casa en Colombia a diversos lugares de la región, desde pueblos remotos a lo largo de los Andes hasta pueblos de playa junto al Océano Atlántico y metrópolis urbanas intermedias. En esta entrevista, explica por qué su trabajo requiere no sólo conocimientos técnicos, sino también una buena condición física para soportar los retos de viajar por una región geográfica tan diversa.
Looking Up: ¿Qué países o zonas suele cubrir?
Edwin Salazar: Vivo en Bogotá, Colombia. Cubro principalmente Colombia, Ecuador y Perú, pero también trabajo en países de habla hispana de Sudamérica. También apoyo a colegas de Centroamérica y el Caribe.
LU: ¿Cuánto tiempo lleva en la empresa y qué otros trabajos ha desempeñado?
Salazar: Llevo más de 17 años trabajando con grúas, casi 10 de ellos con Manitowoc. Antes de unirme a mi equipo actual, trabajé con Manitowoc Cranes en una empresa de alquiler.
LU: ¿Cómo es trabajar en una vasta región con diversas temperaturas, niveles de humedad y altitudes?
Salazar: A veces tengo que viajar desde una zona a nivel del mar hasta un lugar que tiene una altitud de 5.000 metros. Esto puede ser agotador para mi cuerpo. Es habitual que los trabajadores sufran mal de altura en los primeros días tras llegar a estos lugares de gran altitud, alta presión atmosférica y oxígeno reducido. Esto ocurre en algunas ciudades de Perú y Chile, por ejemplo.
La gente sufre dolores de cabeza, vómitos y dificultad para respirar; por eso los equipos de seguridad recomiendan que nos aclimatemos a una nueva zona con grandes altitudes durante un par de días antes de realizar cualquier trabajo intenso. Hacemos pausas más largas y, si es necesario, recibimos oxígeno adicional de las máscaras disponibles en los camiones de las obras.
LU: Háblenos de uno de los trabajos de soporte de servicio más desafiantes en los que participó en Manitowoc.
Salazar: En julio de 2020, nos enviaron a Argentina para desmontar cinco grúas Manitowoc y prepararlas para su envío a la República Dominicana. Habían sido asignadas a un trabajo de minería a una altitud muy elevada muchos años antes y ¡estaban allí paradas desde hacía siete años!
Como estábamos en plena pandemia de COVID-19, teníamos que seguir unas directrices especiales para garantizar la seguridad de la tripulación, lo que preveíamos que ralentizaría el trabajo. Además, nos encontramos con algunos problemas técnicos al intentar ponerlos a trabajar de nuevo. Después de algún tiempo, por fin pudimos trasladar las grúas al puerto, donde fueron desmontadas y enviadas. Todo el proceso fue extremadamente difícil, pero teníamos un gran equipo a bordo con mucha disposición para hacer que las cosas sucedieran. Al final, pudimos terminar el proyecto en sólo 30 días, la mitad del tiempo previsto.
LU: ¿De qué manera el compromiso de Manitowoc con el diseño innovador facilita su trabajo?
Salazar: Para los operadores que no conocen las grúas Manitowoc, las máquinas pueden parecer complejas. Sin embargo, no tardan en darse cuenta de lo intuitivo, fácil y agradable que es manejar estas grúas. Los clientes también comprenden rápidamente que los procesos de montaje y desmontaje son muy eficientes y están por delante de la competencia. Nos facilita mucho el trabajo como técnicos. No necesitamos dedicar mucho tiempo a explicar cómo funcionan las cosas. A los clientes les encanta. Una vez que se familiarizan con las grúas y ven lo sencillas que son estas máquinas, su confianza aumenta y vemos cómo mejora el rendimiento en la obra.
LU: ¿Qué es lo que más le gusta de trabajar en Latinoamérica?
Salazar: Me gusta mucho viajar, conocer gente nueva y aprender sobre nuevas culturas. Aunque todos hablamos español, algunas palabras se utilizan en contextos diferentes en los distintos países; los enfoques sociales también pueden ser bastante diferentes. Por supuesto, cada lugar y cada trabajo tienen sus particularidades y sus retos interesantes.
Aprendo constantemente cosas nuevas y nuevas tecnologías, conozco gente nueva y supero nuevos retos. Aquí nunca me aburro.
LU: Cuando no está arreglando las grúas de los clientes, ¿qué le gusta hacer?
Salazar: Me encanta pasar tiempo con mi familia. Tengo dos hijos: uno de 10 y otro de 17 años. Juegan al voleibol y practican kickboxing, y me gusta ver sus torneos. También nos gustan las motos y a veces damos paseos juntos.
Fuente: Entrevista realizada por Looking Up