Agradecemos a Alberto Caón de Faresin Industries, por la entrevista concedida a Movicarga dentro del Especial de Manipuladores eléctricos, donde nos dan un enfoque de cuáles son las últimas novedades, como ven y hacia dónde va el sector.
Mov.- ¿Con qué modelos de manipuladores eléctricos cuenta su marca?
La gama consta actualmente de 4 modelos: el 6.26 (6m) que fue el primer telescopio eléctrico del mundo; el 14.42 (14m) y el 17metros en las versiones 17.40 4ton y 17.45 4.5ton. Los tres últimos modelos se presentaron hace unos meses en Bauma.
Se están estudiando otros modelos que en un futuro próximo ampliarán la familia de estas innovadoras máquinas.
Mov.- ¿Cuál es la autonomía de estos modelos? ¿Qué tipo de baterías utilizan?
La autonomía varía según el tipo de baterías. La tecnología adoptada por Faresin es la de baterías de iones de litio de alta capacidad de última generación, diseñadas específicamente por nuestros proveedores para nuestras máquinas.
Garantizamos una autonomía de hasta 11 horas de trabajo en ciclo estándar y 8 horas en ciclo intensivo con las baterías más potentes de 560Ah. El objetivo es garantizar toda la jornada de trabajo y rendimiento a la par de una máquina endotérmica tradicional y lo hemos conseguido a la perfección.
Mov.- ¿Qué sistemas de seguridad y telemáticos incorporan?
Todas nuestras máquinas están equipadas con los más avanzados sistemas de seguridad con el objetivo de prevenir cualquier error humano. Van desde el sistema antivuelco hasta el sistema de temperatura controlada y enfriamiento del paquete de baterías que evita cualquier sobrecalentamiento. Nuestros manipuladores telescópicos eléctricos (pero al igual que los tradicionales) pueden equiparse con tecnología FARMATICS que permite una conexión en tiempo real 24/24 7/7 a todos los dispositivos funcionales del manipulador telescópico, midiendo todos los parámetros, diagnósticos y posible intervención remota.
Mov.- ¿Hay una demanda significativa y para qué sectores está dirigido?
El mercado de los telescópicos eléctricos está en constante movimiento y me atrevo a decir en expansión.
Estas máquinas tienen una gran demanda en todo el mundo, pero especialmente en el norte de Europa, porque allí hay leyes muy estrictas sobre emisiones contaminantes, y también en países que se están concienciando más con las políticas ecológicas en los últimos años. Hemos pasado de un mercado estrecho y de nicho a una gama de aplicaciones que casi iguala al diésel tradicional.
De hecho, no existe una limitación para el uso de esta máquina, pero hay campos de aplicación donde el suministro de energía eléctrica ciertamente brinda ventajas indiscutibles: Logística a todos los niveles (a diferencia de algunos competidores que anuncian máquinas eléctricas a batería pero de plomo-ácido, la nuestra usando tecnología de litio no tienen restricciones operativas); industria del espectáculo (conciertos, ferias y eventos), energía eólica, biogás, industria alimentaria, industria hortofrutícola y avícola, jardinería de viveros, almacenes, trabajos en centros históricos y en el interior de iglesias y monumentos sensibles a la contaminación, así como todas las aplicaciones habituales en las que se utiliza un manipulador telescópico.
Mov.- ¿Aumenta mucho el precio de estos modelos eléctricos?
Sí, el precio aumenta significativamente y esto se debe a los costos aún muy altos de la tecnología de iones de litio que, sin embargo, seguramente disminuirán en el futuro cercano.
Sin embargo, es mucho más interesante destacar las ventajas y el ahorro en costes de operación y mantenimiento de la máquina a corto plazo, que supone un ahorro de costes de hasta un 70% respecto a un manipulador telescópico tradicional. Esto permite amortizar de manera óptima el sobrecoste que se paga en el momento de la compra, valor que sin duda está destinado a mejorar en los próximos años. El diferencial entre las versiones eléctrica y diésel se amortiza al menos en los dos primeros años de vida de la máquina y con ciclos de trabajo medios, gracias a los menores costes de la electricidad en comparación con el diésel y al ahorro en costes de funcionamiento.
Mov.- Un cliente que se esté planteando comprar un manipuladores eléctrico, ¿qué ventajas le reporta? ¿Tiene un buen retorno de la inversión? ¿Y valor residual?
Como dije anteriormente, la rentabilidad es de hasta un 70% de ahorro en los costos operativos. Dada la vida útil de las baterías (unos 10 años garantizando un rendimiento óptimo) diría que el valor residual sigue siendo extremadamente alto, calculado en un 20% más que un diésel para las mismas horas de trabajo. Los manipuladores telescópicos eléctricos Faresin se han diseñado sin concesiones en comparación con la versión diésel, ofreciendo una serie de ventajas adicionales como un nivel de ruido muy reducido y cero emisiones, por lo que también pueden utilizarse en interiores.
Mov.- ¿Piensan lanzar más modelos eléctricos al mercado este año?
El objetivo a largo plazo es apoyar la línea tradicional con una gama completa de manipuladores telescópicos que puedan garantizar el mismo o mejor rendimiento que el diésel pero al mismo tiempo mantener el carácter ecológico y la innovación que distingue a esta fantástica herramienta de trabajo.
Este año habrá sin duda novedades en el ámbito de la tecnología eléctrica, pero aún no queremos desvelar demasiado. ¡Permanezcan atentos!