La desolación ha invadido Valencia, dejando una estela de destrucción y caos en la región sin precedentes. Y el sector ha respondido como siempre, los primeros en ayudar y lanzarse al barro para ayudar e intentar poner su granito de arena para restaurar el caos.
Lo primero dar el pésame a todas las familias que han perdido seres queridos en esta tragedia. Incomprensible y de película de terror. Nuestras oraciones están con ellos y sus familias.
Desde el primer momento las empresas del sector se han volcado para ayudar de manera desinteresada y dejándose hasta su salud. Soy consciente de que muchos de los que estáis allí no dormís y seguís a tope sin descanso para dar paz a la zona. Animo amigos, vuestra labor es impagable.
Muchas empresas de maquinaria se han visto afectadas y lamentamos profundamente la perdida de una persona en el sector de la que yo tenga constancia.
Los que sus naves se vieron enterradas en agua y barro han estado achicando agua y limpiando lo que podían, y a la vez saliendo a ayudar en todo lo que podían.
Todas España (menos el Gobierno) ha mostrado su lado más solidario y desinteresado, volcándose de lleno en ayudar a la comunidad. Desde el primer momento, han puesto sus recursos y personal al servicio de la emergencia, trabajando incansablemente para despejar las calles, retirar escombros, y permitir que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan. Sin importar las largas jornadas ni las duras condiciones, el compromiso de estas empresas ha sido total y generoso, destacando la fortaleza y la compasión que mueve a estos trabajadores.
Las empresas de maquinaria y sobre todo, los gruistas, han sacado su artillería para retirar todo lo que se iban encontrando. En muchos casos tenían que comprobar que no hubiese nadie dentro. Terrible. Pero continúan inasequibles al desaliento y dando lo mejor de ellos mismos. Los que os queremos, no podemos estar más orgullosos de vosotros.
En muchos barrios de Valencia, las grúas y la maquinaria pesada se ha convertido en una herramienta esencial para devolver la normalidad y la seguridad a las calles. Las grúas, excavadoras y camiones han trabajado sin parar para retirar vehículos dañados, escombros y otros obstáculos que las lluvias dejaron a su paso. No solo se trataba de liberar el tránsito, sino de hacer que los caminos estuvieran accesibles para ambulancias, bomberos y otros servicios de emergencia. La rapidez con la que el sector ha respondido es asombrosa; en cuestión de horas ya estaban en el terreno, listos para contribuir, demostrando una agilidad y organización dignas de elogio.
Además de retirar escombros, estas empresas se han preocupado por suministrar agua potable y otros recursos básicos a las zonas más afectadas. En un acto de pura solidaridad, muchas de ellas han repartido agua y víveres entre los vecinos, así como generadores de electricidad para quienes aún no recuperan el suministro. La entrega de estos recursos ha sido completamente gratuita, una muestra de la bondad humana que muchas veces se ve opacada, pero que en situaciones de emergencia brilla con más fuerza. La disposición de ayudar sin esperar nada a cambio ha traído esperanza y alivio a las familias y ha fortalecido el espíritu comunitario.
Desde toda España el sector se ha movilizado para mandar suministros y víveres hacia Valencia. Desde todos los puntos de la geografía española ha salido un camión con lo necesario para ayudar a las familias.
En momentos tan difíciles, la solidaridad demostrada por las empresas de plataformas, maquinaria y de grúas en Valencia es un recordatorio de que, más allá de las actividades comerciales, existe un sentido de responsabilidad social profundamente arraigado.
El Gobierno no ha ayudado, es un hecho, pero eso lo dejaremos para el editorial. Ahora es momento de honrar a los que desde el primer momento se han echado a la calle al rescate. Felicidades a todos esos héroes con nombre y apellidos a los que quiero mucho y a las personas que se han movilizado para que juntos podamos superar esta tragedia.
Estos trabajadores han enfrentado jornadas extenuantes y han actuado con una fuerza física y emocional digna de admiración.
Su esfuerzo no solo ha ayudado a las personas afectadas, sino que ha inspirado a muchos a colaborar de alguna forma.
La DANA trajo destrucción, pero la respuesta de estos héroes anónimos deja una huella de humanidad y nos recuerda el poder de la colaboración en tiempos de crisis.
FUERZA Y HONOR
os dejamos algunas fotos de estáis héroes
Si queréis mandarnos más fotos las incluiremos en el artículo de movicarga de noviembre