Con 2022 ya en el retrovisor y el nuevo año en marcha, está claro que muchas de las oportunidades y retos que afectan a los fabricantes de equipos hoy en día están a punto de seguir siendo tan relevantes como siempre en las próximas semanas y meses.
Aunque es absurdo intentar predecir exactamente cómo se desarrollará el sector en 2023, los fabricantes de equipos deberían prestar mucha atención a una serie de tendencias y a cómo pueden evolucionar a corto plazo. Teniendo esto en cuenta, la AEM se reunió con varios jefes de personal para saber cuáles son las que más les preocupan en este momento.
EL ÉNFASIS DE TODO EL SECTOR EN LA CULTURA ORGANIZATIVA
Por Jaime Vos, Director de Desarrollo de Ingresos e Innovación Cultural de AEM
Con tantos cambios en 2022, las organizaciones de muchas industrias, incluida la fabricación de equipos, se están viendo obligadas a responder reexaminando sus modelos de negocio. Los problemas de la cadena de suministro, el aumento de la competencia, los avances tecnológicos y la incertidumbre económica han presionado a las empresas para que se adapten, innoven y replanteen su forma de hacer negocios.
Además de estos retos, este año los directivos también tendrán que ocuparse de la moral de sus empleados. Lo que muchos han denominado la Gran Dimisión ha afectado a organizaciones de todos los tamaños y ha convertido la retención de los empleados en la cuestión más importante de 2023. Después de luchar contra la pandemia del COVID-19, la gente está reevaluando su papel en el lugar de trabajo.
Muchos han dado más valor a su salud y han optado por aceptar otras oportunidades más acordes con su bienestar personal.
Teniendo esto en cuenta, las organizaciones necesitarán crear una visión compartida que apoye las siguientes áreas para sus empleados:
• Valores de los empleados
• Equilibrio vida/trabajo
• Creatividad y colaboración
• Concienciación y apoyo en materia de salud mental
• Modelos de teletrabajo
• Oportunidades de desarrollo profesional
Los estudios demuestran que los empleados que se sienten reconocidos, respetados y apoyados hacen más de lo que se espera de ellos. Si las organizaciones quieren reforzar la retención de empleados, los líderes tendrán que comunicarse abiertamente con los trabajadores, escuchar sus preocupaciones, abordar los problemas en tiempo real y ofrecer oportunidades que potencien una cultura saludable.
Los empleados quieren sentirse valorados en sus puestos. Las organizaciones que crean una visión compartida de bienestar para su personal verán su cultura empoderada, inspirada y comprometida con un próspero año nuevo.
LA NUEVA NORMALIDAD DE LA FORMACIÓN Y EL DESARROLLO DE LOS EMPLEADOS
Por Julie Davis, Directora de Iniciativas de Mano de Obra e Industria de la AEM, SHRM-CP
Los problemas de mano de obra siguen siendo tan frecuentes en la fabricación de equipos hoy en día, que simplemente no basta con fomentar una cultura organizativa sólida para satisfacer la demanda de mano de obra.
Menos personas trabajando a la vez que más puestos de trabajo, más diversidad en los empleos disponibles y más competencia entre sectores hacen que la mano de obra sea posiblemente el problema más acuciante a medida que se acerca 2023. Debido a estos retos, la formación y el desarrollo de los empleados deben ser una prioridad para los fabricantes de equipos en 2023 y más allá. Aunque para algunos fabricantes de equipos la formación y el desarrollo de los empleados puede ser una cuestión presupuestaria de última hora, cada vez está más claro que la actualización, el reciclaje y la nueva formación de los empleados de forma continua se está convirtiendo rápidamente en la nueva normalidad, y he aquí por qué.
Pensemos en alguien que tiene un motor repartido por un garaje, está cableando la cabaña de caza de su amigo o es el manitas del vecindario y, en función de sus aficiones, intereses y aptitudes personales, esa persona sería idónea para trabajar en oficios cualificados. Imaginemos que pudiéramos lanzar una red de contratación organizativa para considerar a las personas en función de las habilidades, talentos e intereses que harían que trabajar en oficios cualificados fuera una buena opción, en lugar de contratar a alguien en función de las habilidades utilizadas en un trabajo que una persona podría conseguir con 20 años. (Admitámoslo, ninguno de nosotros trabajaba en el empleo que quería en ese momento, trabajábamos en el empleo que podíamos conseguir).
Así es exactamente como funciona la contratación basada en competencias, que permite disponer de una reserva de talento más amplia de la que contratar. El problema es que los fabricantes de equipos deben ser capaces de evaluar las capacidades individuales y, a continuación, formarlas para que sean competentes. (Esto puede hacerse asociándose activamente con la educación, poseyendo formadores o una combinación de ambos).
El Gobierno financió el programa de becas Apprenticeship Building America con 121,7 millones de dólares en 2022. ¿Por qué? Porque los programas de aprendizaje basado en el trabajo bien hecho siguen siendo una forma probada de formar, atraer y retener a los trabajadores. ¿No puede crear uno? Piénselo otra vez. Socios como Apprenticeship Works, JFF y GPS Education pueden guiar a las organizaciones a través del proceso de forma eficiente y eficaz.
La mano de obra envejece, y empleados de todos los niveles con una masa crítica de conocimientos se marchan cada día. ¿Qué preguntas se les hacen antes de marcharse y cómo se captan y transfieren sus conocimientos a la persona que ocupará su lugar? Hace tres años, antes de la oleada de jubilaciones que trajo consigo COVID-19, los Baby Boomers encuestados decían:
• El 57% ha compartido la mitad o menos de los conocimientos necesarios para desempeñar sus responsabilidades laborales con quienes las asumirán tras su jubilación.
• El 21% no ha compartido ninguno de sus conocimientos
• Sólo el 18% ha compartido todos sus conocimientos
La transferencia de conocimientos funciona mejor cuando la formación y el desarrollo ya están normalizados en la cultura de la empresa. Los formadores y educadores se ven obligados a seguir el ritmo de los avances tecnológicos, pero cada día se necesitan nuevas competencias.
No hay automatización que compense la escasez de mano de obra si no se mejora la cualificación o se forma a los trabajadores en el uso de equipos avanzados. Preparados o no, la asociación, la formación interna y el aprendizaje continuo están aquí para quedarse.
EL IMPACTO CONTINUO DE LOS PROBLEMAS DE LA CADENA DE SUMINISTRO
Por Kip Eideberg, Vicepresidente de Relaciones Gubernamentales e Industriales de AEM.
Lleva siendo un problema desde hace varios años y, por desgracia, los fabricantes de equipos seguirán oyendo hablar de él durante un tiempo: la cadena de suministro. No se puede negar que la pandemia COVID-19 de 2020 puso el mundo patas arriba, pero era difícil predecir durante cuánto tiempo la cadena de suministro se vería afectada por la pandemia. Una encuesta reciente de AEM a 179 fabricantes de equipos reveló que el 98% de los fabricantes de equipos siguen luchando con una cadena de suministro poco fiable, y más de la mitad (58%) están experimentando un empeoramiento de las condiciones.
AEM confirmó que los dos factores determinantes de estos problemas en la cadena de suministro son la escasez de mano de obra y el acceso a componentes intermedios para la producción. La combinación de estos factores dibuja un panorama desolador, pero hay motivos para ser optimistas y pensar que los problemas de la cadena de suministro empezarán a remitir a lo largo de este año.
Una cosa es cierta: los fabricantes de equipos siguen dispuestos a ponerse a la altura de las circunstancias y adaptarse.
AEM sigue encuestando a los ejecutivos de sus empresas miembros para comprender mejor cómo les afectan la alta inflación continuada, las tensas cadenas de suministro y la inestabilidad global, y para proporcionar a los funcionarios electos los datos que necesitan para impulsar una legislación que revitalice la fabricación estadounidense y refuerce la competitividad global de Estados Unidos. Republicanos y demócratas pueden tomar medidas inmediatas para aliviar estos problemas dando prioridad a una ampliación de la investigación y desarrollo (I + D) de concesión de licencias, la promulgación de una reforma significativa de permisos, la eliminación de los aranceles sobre una serie de componentes críticos, y llegar a un acuerdo bipartidista, a largo plazo sobre el techo de la deuda este año.
EL AUGE DEL PODER ALTERNATIVO
Por Jason Malcore, Director de Seguridad y Liderazgo de Producto de AEM
Los organismos gubernamentales y las organizaciones no gubernamentales de toda Europa y de Norteamérica y Asia siguen buscando nuevas oportunidades de transición de sus flotas de automóviles y equipos hacia nuevas tecnologías descarbonizadas. Estas presiones y motivaciones se manifiestan en forma de nuevas normas y reglamentos sobre emisiones de los motores de combustión interna y programas de incentivos para la compra de equipos de emisiones cero. Además, la creciente demanda de vehículos híbridos y de emisiones cero por parte de los clientes también pone de relieve la evolución y la dirección de la industria en este espacio.
Algunos ejemplos de las presiones previstas del sector en 2023 son los siguientes:
• La Junta de Recursos Atmosféricos de California (CARB) sigue elaborando normas y organizando talleres públicos sobre la próxima fase de la normativa de California sobre emisiones de los motores.
• La aplicación de los incentivos fiscales de la Ley de Reducción de la Inflación para la electrificación de vehículos ligeros, comerciales y pesados.
• Anuncios ejecutivos federales y estatales para descarbonizar la economía estadounidense
• Cero emisiones para motores pequeños de menos de 25 CV
El gasóleo es la principal fuente de energía para la industria de equipos no de carretera, y probablemente seguirá siéndolo en un futuro previsible. Sin embargo, si algo es seguro es que este año pondrá de relieve los numerosos retos y oportunidades que plantea la energía alternativa para el sector de equipos no de carretera y representará un punto de inflexión para las nuevas fuentes de energía en la próxima década.
LA ACELERACIÓN DE LA COMUNICACIÓN Y LA CONEXIÓN
Por Kate Huskin, Directora de Comunicación de AEM
La clave para impulsar el cambio en una organización radica en su capacidad para comunicarse eficazmente y establecer conexiones duraderas con las partes interesadas. En 2023, las comunicaciones asumirán un papel protagonista a la hora de ayudar a las organizaciones a afrontar retos, identificar oportunidades e impulsar el éxito.
Las comunicaciones eficaces surgen de dentro hacia fuera, por lo que se necesitará un enfoque renovado en las comunicaciones internas para ayudar a las organizaciones a establecer y “predicar con el ejemplo” su cultura, poniendo acciones detrás de las palabras de sus sitios web e interiorizando cómo querían ser vistas y aceptadas por sus empleados, futuros empleados, clientes, socios y el mercado en general.
Durante la pandemia, los responsables de comunicación de todo el mundo se enfrentaron a retos de comunicación sin precedentes que exigían un nuevo manual para compartir información actualizada al minuto. Esto ha cambiado para siempre nuestra forma de ver las comunicaciones de crisis, y los equipos de comunicación y relaciones públicas se encuentran en una nueva normalidad de las comunicaciones de crisis.
Las tendencias de fabricación de equipos enumeradas anteriormente, desde el cambio organizativo y la formación y el desarrollo de los empleados hasta los retos de la cadena de suministro y el auge de la energía alternativa, son retos que se verán impulsados por las comunicaciones y la capacidad de una organización para conectar y apoyar a sus partes interesadas internas y externas.
Acerca de la Asociación de Fabricantes de Equipos (AEM)
AEM es el grupo comercial internacional con sede en Norteamérica que representa a fabricantes y proveedores de equipos todoterreno con más de 1.000 empresas y más de 200 líneas de productos en los sectores de la agricultura y la industria relacionada con la construcción en todo el mundo. La industria de fabricación de equipos en Estados Unidos mantiene 2,8 millones de puestos de trabajo y aporta aproximadamente 288.000 millones de dólares a la economía cada año.
