Frente al reto de la digitalización, la presión global de los costes y la competencia, una de las respuestas en el sector logístico es la automatización. Sin embargo, antes de dar el salto es importante tener en cuenta que no todas las tecnologías se ajustan a cada requisito de uso.
¿Cómo implementar, entonces, una solución que se ajuste a las necesidades concretas de cada almacén? ¿De qué forma se puede conseguir un nivel de automatización coherente, sensato y rentable para cada negocio? STILL responde a estas necesidades diseñando plantes a medida para cada cliente. Un plan minucioso y orientado a objetivos mediante el que logran modernizar el flujo de trabajo y optimizar los recursos dentro de las compañías.
Los especialistas de STILL inician cada proyecto en la propia empresa, evaluando el potencial de automatización. Una información que sirve para desarrollar una propuesta útil y que garantice el éxito a largo plazo. Con esta metodología, los equipos detectan los obstáculos y los posibles puntos débiles y buscan soluciones que permitan reforzar estas áreas. Posteriormente, crean un concepto individual de automatización y establecen los requisitos necesarios para implementarlo. Una metodología rigurosa, transparente y orientada a objetivos que permite obtener el mayor partido de las superficies logísticas.
Los asesores de STILL proponen soluciones que pueden implantarse y que seguirán funcionando en el futuro. Para garantizarlo, no solo visitan el almacén o las áreas de producción, también realizan sesiones de trabajo con los equipos y hablan con todas las personas implicadas en este proceso, desde operarios a mánagers.
Tal y como detalla Alicia Alba, Consulting Expert en STILL España, “conocemos a fondo cada reto. Algo que nos permite desarrollar una solución a medida que optimice la operativa. Trabajamos con un enorme entusiasmo, pero también con honestidad y transparencia, compartiendo de forma clara y directa las conclusiones de nuestros consultores”.
La comunicación es, por tanto, uno de los factores del éxito. “El cliente conoce exactamente qué se está valorando y qué planteamiento se quiere implantar para alcanzar los objetivos”, concreta Alba.
A la hora de aplicar una nueva solución, STILL no se rige por las tendencias de mercado sino que busca la mejor alternativa en cuanto a vanguardia y viabilidad. A esta idea Alba añade: “Los consultores son expertos en su campo; implementan proyectos siguiendo estándares muy exigentes, y siempre sobre la amplia base de conocimientos y experiencia STILL. Otra clave para lograr resultados es que nuestros asesores empatizan con el cliente y hacen suyo el reto de conseguir una solución rentable, pionera y eficiente”.
Una metodología rigurosa
Para trazar un gran plan es necesario tener una ruta con fases bien fijadas. Y eso es precisamente lo que hacen los consultores de intralogística de STILL. Su planificación comienza con un análisis minucioso del almacén en el que documentan los requisitos, las condiciones, los procesos y las estructuras. Posteriormente dimensionan el almacén para conocer, por ejemplo, su capacidad, el índice de rotación de inventario o el rendimiento. Con esta información desarrollan un concepto estandarizado de flujo de materiales y almacén, en el que se incluyen los sistemas ideales para cada necesidad: maquinaria, tecnología, software, etc.
Los resultados del análisis de la situación real y las medidas evaluadas se plasman en un concepto meta, para que los procesos logísticos puedan optimizarse inmediatamente.
“Estamos presentes desde el concepto inicial hasta la instalación final en el nuevo almacén. El cliente, por tanto, se beneficia de nuestros servicios de consultoría profesional y cuenta con la tranquilidad de saber que se verificarán las condiciones del almacén, la estructura de las estanterías, el flujo de trabajo o la elección de máquinas más apropiada. Apostamos por la automatización porque creemos que es una forma excelente de lograr un nuevo rendimiento dentro de los almacenes”, concluye Alba.