El mantenimiento preventivo de una grúa es un servicio de gran utilidad, pero que también tiene una alta responsabilidad, con respecto a la empresa que utiliza la maquinaria, así como hacia la seguridad de los profesionales y al compromiso de poder realizar un trabajo de calidad.
Además, se basa en un cuantioso conjunto de acciones para las que es aconsejable contar con los recursos apropiados y también con experiencia, sobre todo a la hora de identificar señales de una posible incidencia o de un desgaste demasiado acusado.
Desde Palfinger Ibérica nos explican a continuación cómo se hace un correcto mantenimiento preventivo de una grúa y qué implica este tipo de trabajo.
¿EN QUÉ CONSISTE EL MANTENIMIENTO PREVENTIVO DE UNA GRÚA?
Con el mantenimiento preventivo, las revisiones que se realizan periódicamente, preferiblemente de manera anual, están enfocadas a detectar cualquier riesgo existente, desgaste o daño en uno de los componentes o incluso, alguna oportunidad de mejora en su rendimiento.
No obstante, este servicio puede tener otros complementarios. Por ejemplo, el mantenimiento rutinario está volcado a asegurar un buen funcionamiento de toda la maquinaria. Principalmente se centra en hacer todos los ajustes necesarios y mantener niveles óptimos de lubricación en los componentes que lo requieran de forma diaria.
Actualmente, no hay que realizar el mantenimiento de forma obligatoria, pero sí que hay revisiones que son requeridas legalmente. Esto implica que el servicio que se realiza incluye también completar la documentación oficial. Esta documentación debe ser guardada para justificar que la revisión se ha llevado a cabo ante una inspección.
PASOS PARA REALIZAR EN UN MANTENIMIENTO PREVENTIVO DE GRÚAS
En un mantenimiento preventivo se tienen que revisar como mínimo 10 factores importantísimos, que pueden condicionar el funcionamiento de la grúa.
A continuación, identificamos estos factores y lo que se revisa en cada uno de ellos:
- Conjunto de cabestrante, poleas y cable: debe garantizarse el nivel óptimo de grasa y que el cableado permanece enrollado de forma segura.
- La corona de giro y el piñón: deben revisarse los niveles de grasa.
- Los cilindros de elevación y articulación, así como las palancas: chequear los niveles de grasa.
- El alojamiento del brazo principal: comprobar los niveles de grasa.
- El alojamiento del brazo articulado: verificar los niveles de grasa.
- Los cilindros de prolonga y las guías metálicas de deslizamiento: revisar los niveles de grasa.
- Los brazos de prolonga y las prolongas mecánicas: examinar los niveles de grasa.
- Las palancas de mano y las varillas: inspeccionar los niveles de lubricante.
- El aceite: debe revisarse visualmente los niveles existentes de este líquido.
- El gancho de elevación y control del funcionamiento del seguro del gancho: debe revisarse visualmente que funcionan bien y que tienen los niveles apropiados de aceite y de lubricante.
Todos estos puntos se analizarán en base a las indicaciones que se dispongan en el Manual de Mantenimiento del fabricante de la grúa.
Son elementos de gran relevancia en cualquier máquina, pero no necesitan una revisión diaria, ya que niveles como los del aceite no se superan al cabo de un día, sino que pasa normalmente mucho tiempo salvo que ocurra una incidencia.
Sin embargo, sí que hay algunos aspectos que son recomendables en el mantenimiento preventivo diario del estado de la grúa. Dedicar unos pocos minutos cada día por parte del operario, puede ayudar a prevenir el desarrollo de algún desperfecto importante o el agravamiento de alguno que ya esté presente.
De forma general, para cualquier grúa, el mantenimiento preventivo diario incluye estas acciones:
• Revisar racores, tornillos, tuercas y todo el sistema hidráulico, con el fin de descartar fugas de aceite o mal funcionamiento.
• Comprobar que los mandos de la grúa funcionan bien. El movimiento debería ser suave y, además, deben volver a su posición inicial sin obstáculos.
• Supervisar que la estructura no presente ningún defecto, grieta o fisura. Esto incluye también a los ganchos, los dispositivos de elevación, seguros y cualquier otro accesorio.
• Comprobar los sistemas de seguridad como la parada de emergencia o el seguro de sobrecarga, junto a todos los demás que puede tener incluidos.
BENEFICIOS Y CONSEJOS SOBRE MANTENIMIENTOS PREVENTIVOS EN GRÚAS
Aparte del mantenimiento diario de una grúa, que puede realizarlo un operario correctamente formado, el resto de las tareas de supervisión recomendamos que sean efectuadas por profesionales con experiencia.
En PALFINGER ofrecen este servicio periódico a sus clientes, con el que pueden disfrutar de una mayor seguridad en el trabajo, pero también de un considerable ahorro económico.
Hay que tener en cuenta que mantenimiento preventivo y mantenimiento correctivo están conectados. Cuanto más se invierte en el primero, menos se requiere el segundo y al contrario.
El coste de una reparación imprevista causada por un daño no detectado o un acusado desgaste de piezas que no se recambian cuando toca, es muchísimo mayor en comparación a ese servicio de mantenimiento preventivo que puede aprovecharse periódicamente.
En relación a ello, otro consejo que ofrece Palfinger Ibérica es que siempre escojas recambios 100% originales PALFINGER y en base a las indicaciones del fabricante, para tener la total garantía de que servirán en el mecanismo de la grúa y que tendrán el rendimiento esperado.
En cualquier caso, también es posible tener que afrontar un imprevisto mecánico en cualquier momento. Por eso en PALFINGER ofrecen un servicio de mantenimiento correctivo lo más eficaz y rápido posible.
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Gracias a que cuentan con importantes socios de servicio, es posible utilizar su amplia variedad de repuestos a disposición, para que así la grúa que necesita tu empresa pueda volver a estar en funcionamiento en apenas unas horas.
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