«SIEMPRE HA SIDO UN PELOTÓN DE SOLDADOS EL QUE HA SALVADO LA CIVILIZACIÓN». SPENGLER
Ahora que llega el verano y vais a tener tiempo para leer, os aconsejo un gran libro de Spengler, que se llama “La Decadencia de Occidente”, escrito en 1918.
Spengler, que era un gran pensador, un tío listo que diríamos ahora, tenía una filosofía cuyas lecciones pueden servir como guía en los negocios y en la vida.
En este ensayo filosófico, Spengler reflexiona sobre la crisis de la civilización occidental. Habrá muchos que ni se hayan planteado esta cuestión, pero la realidad es que estamos descendiendo en caída libre, sin frenos y cada vez a más velocidad hacia la mediocridad, la banalidad y la grisura.
Tener a Sánchez como presidente, a la Yoli como vicepresidenta y a toda su corte celestial, no ayuda para que España avance a ningún nivel. Son unos miserables que se creen que España es suyo y lo pueden romper y manejar a su antojo. Los típicos paletos venidos a más que se creen que pueden manejar todo a su antojo.
La decadencia de Occidente, que a muchos de vosotros os traerá al pairo, supone una pérdida de valores, una pérdida de identidad, un camino hacia el declive como sociedad. Como apunta Spengler, cada civilización pasa por las mismas fases de crecimiento y decadencia, poniendo como ejemplo civilizaciones como la egipcia, greco-romana, india, china, etc. Esta decadencia a la que nos vemos avocados, se centra en el materialismo, la inmediatez, el exigir derechos sin tener obligaciones, el que el Estado te controle cada vez más, pero sobre todo, esa pérdida de valores que hacen a la gente mejor.
Hemos creado una generación de cristal firmada por jóvenes muy frágiles que se derrumban a la primera de cambio. Como padres no ayudamos, y el Estado dando tantas facilidades tampoco. Que si bono cultural, que si transporte casi gratis, que si ayudas a “jóvenes” hasta 40. Pero vamos a ver, si las cosas no cuestan, no te planteas ganar más dinero. Total, te regalan todo. Al paso que vamos, vamos a tener que pedir por favor que si no les importa venir a trabajar, si no les incomoda y no les supone mucho agobio.
En nuestro sector está siendo dificilísimo atraer nueva savia, por falta de interés, por falta de conocimiento de la industria, porque los jóvenes ya no se comprometen como antes y no quieren trabajar duro, o por las razones que sean. Estamos jodidos, en pocas palabras.
“La Decadencia de Occidente” no es un libro tipo de negocios, pero sí que hay varias lecciones que se pueden sacar de su lectura.
Nos tenemos que adaptar a los cambios. Queramos o no queramos, el mundo está cambiando a pasos agigantados, y nosotros, o cambiamos con él, o vamos a pasar al vagón de cola y de ahí lo que viene siendo a freír puñetas. Spengler habla de adaptarse a los tiempos cambiantes, es decir, nuevas tecnologías, nuevos algoritmos, nuevas formas de hablar con el cliente, nuevos servicios que podamos ofrecer, todo lo que se os vaya ocurriendo que se adapte a los cambios que estamos viviendo. Dar un paso en digitalización, ir un paso más allá que vuestros competidores, trabajar por mantener la relevancia y la competitividad.
Tener una visión global. Este libro habla de lo importante que es tener una visión global, de lo importante que es entender las interconexiones culturales y sociales. Nuestro mercado está cambiando. La gente que viene nueva para muchos de nosotros son extraterrestres, no hay Dios que entienda hoy en día a los jóvenes con su lenguaje limitado, su saco de derechos y nada de obligaciones. No todos, ojo. Pero es lo que hay. Tenemos que aprovechar, reconocer e identificar las oportunidades y entender cómo los cambios en una parte del mundo pueden afectar al mercado global, incluso los cambios dentro de cada país pueden afectar a las diferentes regiones. Tenemos que trabajar en cómo llegar a esa gente que viene por detrás y son los que nos van a pagar las pensiones.
Innovación y Creatividad. Spengler apela a la innovación para evitar la decadencia. Dentro de las empresas, es fundamental crear una cultura de creatividad que llegue a los clientes. Será fundamental para el crecimiento y productividad a largo plazo. No puedes hacer lo que haga el resto, tienes que destacar de la masa. Espabila.
Liderazgo Transformacional: Spengler clama que hay una importante necesidad de líderes visionarios. Que haya líderes visionarios es fundamental aquí y en Kuala Lumpur. Los líderes guían al equipo en tiempos buenos, malos y regulares. Tener un buen líder con una visión empresarial clara es un sinónimo de éxito de la compañía. Un buen líder inspira, motiva y mueve el corazón, el cerebro y los pies de los que le rodean.
Comprender el Contexto Histórico: Spengler argumenta que es esencial comprender el contexto histórico para interpretar el presente. De verdad que vamos hacia una sociedad que no sabe si viene de los monos, de las cabras y tampoco tienen claro si los Reyes Católicos expulsaron a los moros o a los mongoles de Granada. Es patético cómo cada vez la gente es más ignorante. Les importa tres bledos su historia y sólo se preocupan por la inmediatez. Tienen una visión cortoplacista. Para echarse a llorar. En el sector, conocer la historia de la industria y los ciclos económicos puede ayudar a tomar decisiones informadas y estratégicas.
Ética y Responsabilidad Social: La reflexión sobre la decadencia también implica una evaluación ética. En el mundo empresarial, operar con integridad y responsabilidad social no solo mejora la reputación, sino que también contribuye a la sostenibilidad del negocio. Ya sabes, si hay trapos sucios, los lavas en casa y con la ventanita cerrada.
Diversidad y Pluralidad: No hay nada como leer. Qué cosas. Los listos de los comunistas enarbolan la bandera de la diversidad y la pluralidad como si fuese suya, y ellos hubiesen descubierto América. Pero ya Spengler lo tenía claro. Decía que el reconocimiento de la pluralidad de perspectivas y culturas es vital. En los negocios, fomentar la diversidad en el lugar de trabajo puede conducir a una mayor creatividad, innovación y mejor toma de decisiones. Está claro, todo lo que se salga de tu zona de confort y sea otro punto de vista, te ayudará, te dará una visión que seguro a ti no se te había ocurrido. Y es bueno, no te avergüences porque un joven de 19 años o de 26 te de ideas, da las gracias, eso es riqueza empresarial. Todas las ideas deben ser bienvenidas, hasta las ideas de “agarrarme un cubata”, que muchas veces son la leche.
Crisis como Oportunidad: Spengler veía las crisis como momentos de oportunidad para el cambio y la renovación. Esto puede sonar a mensaje manido de…en toda crisis hay una oportunidad, pues así es. Es cierto. Donde muchos fallan, otros triunfan. Saca momentos para reevaluar estrategias, innovar y buscar nuevas oportunidades de mercado.
Desarrollo Personal y Profesional: La auto-mejora, la autocrítica, las evaluaciones del equipo y el desarrollo constante son temas fundamentales. En los negocios, invertir en tus empleados puede aumentar la productividad, la satisfacción laboral y la retención de talento. Os recuerdo que estamos en un mercado que hace falta personal hasta para limpiar las naves. Y os recuerdo también que seguís en la línea de “birlar” gente de otras empresas. Mejor nos ponemos todos las pilas y trabajamos para que esto no sea una hecatombe cuando se empiecen a jubilar los que están.
Perseverancia: La capacidad de superar la adversidad es fundamental. En el mundo empresarial, la constancia y dedicación permite a las empresas y a sus líderes enfrentar desafíos, aprender de los fracasos y seguir adelante con determinación. Vamos, que si te caes, te levantas, y si te cuesta levantarte, pides ayuda, pero te levantas, y sigues, te adaptas y “palante”. Que la opción de quedarse en el suelo es de flojos y de desganaos.
Spengler creía que a la civilización la salva siempre un pelotón de soldados:
¿Eres tú de los que la salvan o de los que se lamentan y no hacen nada?
FUERZA Y HONOR AMIGOS.
PD. Nos vemos el 26 de septiembre en los Premios Movicarga. Os esperamos con muchísima ilusión. ¡¡¡Y no os olvidéis de confirmar vuestra asistencia!!!
