Nadie nos va a parar, excepto nosotros mismos
A lo largo de la historia nos encontramos con exigencias que seguro que a los comunistas de pro que sufrimos les parecen sectarias y xenófobas.
Por ejemplo, en la Segunda Guerra Mundial, los reclutas estadounidenses debían, al menos, medir 1,52 metros y tener un contorno de pecho de 73 centímetros. Algunas unidades de las SS alemanas obligaban a sus hombres a medir 1,78 metros. Los gigantes de Potsdam de Federico Guillermo I de Prusia, tenían que medir 1,80 metros como mínimo. Este me encanta, los Granaderos de la Guardia Imperial Napoleónica, debían medir 1,78 metros, además de tener al menos 10 años de servicio, haber recibido una mención por valentía y saber leer y escribir. ¿Por qué? Porque se jugaban la vida. Y no puedes dejar que quien lucha por ti sea un blandengue. Igual que España, se juega su futuro.
Sin embargo, aquí tenemos a estos kamikazes de la política, que han llegado sin oficio ni beneficio, sin pasar unas oposiciones ni demostrar su valía, y sin haberles exigido siquiera unos mínimos conocimientos. Unos gobernantes que lucen como abanderado la mentira, la hipocresía, la mediocridad, la ineptitud, el desaliño y la falta de valores fundamentales. Así nos luce el pelo.
Si España fuese una empresa, los empleados no estarían en ERTE, habrían pasado a formar parte de la lista del paro hace mucho tiempo. ¿Os imagináis por algún momento que el presidente de una empresa con delegaciones en toda España, diese un paso atrás y dejase que cada director de filial llevase su oficina, como si fuese su feudo? Modelo empresarial, tipo Reinos de Taifas. Todos sabemos cómo acabaron esos experimentos.
Para ser Presidente del Gobierno en España se deberían aprobar unas duras oposiciones, se debería exigir una dilatada experiencia profesional de éxito de al menos 10 años, tener una preparación excepcional a nivel empresarial y qué menos que darle un cupo de mentiras por mandato. Vamos a poner 50 mentiras por gobierno. Cuando hubiesen llegado a gastar las mentiras, automáticamente habría que relegarlo del cargo, a él y a todo el equipo de mantas que le prometieron amor eterno en la ceremonia de vasallaje. Además, debería ser automático, 50ª mentira dicha, ¡bam! salto del sillón presidencial, como en los cazas cuando están a punto de estrellarse.
No puede ser que un cacique temerario como el que tenemos la desgracia de aguantar, nos esté llevando cuesta abajo y sin frenos y vivamos impasibles este descalabro. Este mentiroso compulsivo, rodeado de lo peorcito de cada casa, pretende eternizarse en el Gobierno pisando a quien se le ponga por delante. Le da igual mancillar la memoria de los que ya no están y quiere hacer de España su Venezuela particular. No ha habido en la historia de España un gobernante que haya usurpado de manera más clara los derechos de los españoles.
En lugar de promover el tejido empresarial privado, que es el motor de la economía, se dedica a comprar al funcionariado español y subirse los sueldos. Corto de miras el que se crea que con inversión a los estamentos públicos, España va a avanzar.
Lo siento, pero no me creo que los españoles pasen hambre. No me lo creo. Habría protestas, habría gente en la calle, se les oiría por algún lado… pero no, nadie se queja. No sé si es que piensan que van a comer de las promesas sanchistas y eso les va a alimentar mucho. También pueden intentar acceder a las subvenciones comunistas, pero ojo, se venden caras, si eres una persona normal, con una familia normal y hueles a derechas, lo tienes lo que viene siendo “hodido” (con la h aspirada).
Ahora se quieren cargar también la educación. Tiene sentido, cuanto más ignorante es el votante, más manipulable es. Estos no dan puntada sin hilo.
Si yo fuese votante socialista, estaría avergonzado de pertenecer a un partido en el que su máximo mandatario se ha meado en sus ideales. Sí señores, ha levantado la pata y ha miccionado en todas las creencias socialistas desde que se fundó el partido.
No se trata de colores, se trata de tener unos valores, de no dejarte pisotear, de tener dignidad. Cualquier persona que deposite su voto a la izquierda, ha perdido el sentido común y la decencia. Obviamente no se merece el respeto de ninguna persona de bien.
Puedo entender que haya funcionarios que crean que gracias a los Iluminati, ellos siguen cobrando. Me pregunto si esta gente no se dará cuenta que sin empresas privadas, su prescindible funcionariado va a ser insostenible.
Sánchez ha elevado la carga fiscal en 3.391 millones en plena pandemia, mientras los gobiernos europeos introducen medidas tributarias especiales para rebajar la carga fiscal que soportan las empresas y las familias. En España nos suben los impuestos, será para llevar la contraria a Europa, cosa que no logro comprender, porque son los que nos van a tener que ayudar.
Aquellos que proclamáis que sois de “izquierdas”, ¿creéis que estáis exentos de impuestos por tener un carnet que os defina como marxista bolchevique? Lo siento, pero no. Vais a pagar el desastroso comportamiento de vuestros líderes, igual que haremos el resto.
Hoy en día, eres comunista estalinista o eres capitalista. Y no hay más. Por Dios, que alguien les explique a estos perroflautas que en el momento en el que entras en la rueda del mercado laboral eres capitalista de por vida, por muchas fantasías que estos comunistas nos quieran vender. Iría más allá, los discípulos de la rata, ultra capitalistas.
En Europa no salen de su asombro, a ver si nos intervienen ya y se acaba este lamentable espectáculo político. Quieren subir todo tipo de impuestos en 2021, desde gravámenes directos, como el IRPF, el Impuesto de Sociedades o el Impuesto sobre el Patrimonio, hasta tributos indirectos, como el IVA o los Impuestos Especiales. Aparte de tres nuevos gravámenes (con nuevas cargas fiscales sobre los servicios digitales, las transacciones financieras y los envases de plástico), y no nos olvidemos de la subida de la fiscalidad al diésel.
Este circo que llaman política está llevando a España a un endeudamiento del que tardaremos en levantarnos, porque los trapecistas parece que están hasta arriba de copas y ejecutan los ejercicios sin red. Con estos Presupuestos, en un año, el Gobierno va a aumentar la deuda más que el ejecutivo de Zapatero en tres años, y en dos años, la elevarán más que Rajoy en ocho años. ¿Me explicas cómo puede ser justo dejarles a estos suicidas el timón de nuestro barco?
Una vez más, debemos sentirnos afortunados de trabajar en el sector en el que estamos, y no bajar la guardia.
Acordaos del famoso verso 20 del Cantar del Mío Cid que decía: “Dios que buen vasallo, si oviesse buen señor”. No dejéis caer en saco roto esta frase. Cuidar a vuestro equipo, ser su apoyo y su punto de referencia, ser su faro y su ejemplo a seguir. Tener empatía con aquellos que están por debajo vuestro, no dejéis que la soberbia os gane la batalla a nivel empresarial, tener los oídos abiertos a nuevas propuestas, y más en esta época que vivimos. Pensar que los fallos de vuestro equipo, pueden servir de lección de mejora para todos. Tened paciencia, pero no perdáis la perspectiva de ser exigentes. Hoy en día tener un trabajo es un regalo, recordárselo de vez en cuando. A quien dé lo mejor de sí mismo, premiarle, aunque sea con palabras de aliento.
No es momento de desfallecer, lo siento, pero ahora no te lo puedes permitir. Si dudas, que no te lo noten, si te fallan las fuerzas, te vas al baño, te lavas la cara, te das un tortazo y te recuerdas a ti mismo que tienes suficiente fuerza, carácter y ganas como para incluso saltar vallas y llegar victorioso a la meta. Sé competitivo, hasta con la mejor versión de ti mismo. Nadie recuerda a los flojos y a los fracasados, no seas uno más en el mercado, intenta que tu empresa destaque, ya sea por su gente, por su servicio o como si es por la amabilidad de la persona que coge el teléfono, hazte imprescindible para tus clientes.
Nadie nos va a parar, excepto nosotros mismos. Se fuerte, se valiente, se perseverante, no juzgues y observa, se merecedor del puesto que tienes. Para que alguien tenga éxito, significa que habrá alguien que haya fracasado, ¿Tú quién quieres ser? Porque yo lo tengo claro.