El río Lech fluye apaciblemente a través de Landsberg, su calma solo interrumpida por el murmullo constante de la pintoresca presa. Un poco apartado del camino principal, enclavada en un paisaje verde, se alza una central hidroeléctrica. Es aquí donde la naturaleza se encuentra con la tecnología de gran potencia: el semirremolque CombiMAX PA-X de Wiedemann Transporte emprende su primera misión.
“Todavía hay algunos vehículos en medio, tendremos que moverlos primero”, comenta el conductor Luca Webermientras inspecciona el lugar. Una vez despejado el área, el low loader de 2+6 ejes entra en la obra empapada por la lluvia, retrocede y maniobra con precisión hasta colocarse en posición. El espacio es reducido, pero con un ángulo de giro de hasta 60 grados, no supone ningún problema. Esperando en una pequeña pendiente está la perforadora de 73 toneladas. Su trabajo aquí ha concluido: ahora es momento de cargarla. Con precisión milimétrica, el operador conduce la enorme máquina sobre las rampas dobles de 900 milímetros de ancho. Luca indica con calma las maniobras con gestos de mano. “Un poco más a la izquierda.” Luego, encaja perfectamente. Se aseguran las cadenas, se retiran piedras y tierra. La primera etapa está completada.
Donde la naturaleza se encuentra con la ingeniería
La puerta de la planta es estrecha, pero la salida transcurre sin contratiempos. Luego, la máquina cargada avanza junto al río que fluye tranquilamente. El destino: los alrededores de una zona residencial cercana, donde el vehículo esperará hasta el anochecer. “Salió muy bien”, resume Luca, satisfecho. Por la tarde, Manuel Hoim toma el volante. La máquina alcanza una altura de 4,45 metros, y quedan 95 kilómetros hasta el destino final en Schrobenhausen. Allí, en las instalaciones del cliente Yurekli, la perforadora será preparada para su próximo trabajo. El CombiMAX PA-X está hecho para retos como este. Con una plataforma de carga telescópica que se extiende hasta 15,4 metros y una capacidad de carga por eje de 12 toneladas, ofrece una carga útil significativamente mayor que el modelo anterior de Wiedemann, siendo al mismo tiempo más compacto. “Antes de salir, ajustaremos la altura de conducción”, explica Manuel mientras toma la vara de medir. Aquí se hace evidente una de las grandes fortalezas del CombiMAX PA-X: la altura de carga puede bajarse hasta solo 790 milímetros.
El transporte especial es trabajo en equipo
Mientras tanto, Luca toma su lugar en el vehículo de escolta. Va indicando la ruta por radio. Las luces intermitentes ponen al convoy en el centro de atención. En un cruce, el tráfico se detiene brevemente; luego, el equipo maniobra hábilmente una curva de 90 grados y avanza cuesta arriba por Landsberg. Los transeúntes se detienen a mirar: el equipo está acostumbrado a despertar miradas de asombro. No pasa mucho tiempo antes de que lleguen a la autopista. Numerosos pasos inferiores no representan obstáculo alguno. Es de noche cuando el equipo de Wiedemann llega al destino. Pero en el transporte de carga pesada, no existe eso de “terminar la jornada”. La perforadora es descargada —y solo entonces regresa la calma.
“Todo salió según lo planeado, como debía ser”, coinciden Manuel y Luca. Rampas recogidas, cadenas guardadas. Y el próximo encargo para el CombiMAX PA-X ya está esperando.
